Efecto de una sola sesión de entrenamiento pliométrico por semana sobre parámetros de fitness en jugadoras profesionales de fútbol.

Publicado 1 de julio de 2022, 12:29

Efecto de una sola sesión de entrenamiento pliométrico por semana sobre parámetros de fitness en jugadoras profesionales de fútbol.

La popularidad del fútbol femenino, ha aumentado exponencialmente durante la última década, coincidiendo con la Encuesta de Fútbol Femenino de la FIFA (2014) que afirma que el número total de jugadoras se puede estimar en alrededor de 30 millones en todo el mundo (FIFA 2014). Dentro del juego femenino profesional, un aumento en la popularidad y las cifras de audiencia han dado como resultado que la Copa Mundial 2023 crezca de un torneo de 24 equipos a un torneo de 32 equipos, reflejando el formato de torneo de la Copa Mundial masculina. A pesar de esta creciente popularidad y, lo que es más importante, del profesionalismo en las ligas europeas, todavía faltan investigaciones publicadas sobre el deporte del fútbol femenino (Datson 2014). Se han publicado informes que caracterizan las actividades del juego y las demandas de las jugadoras de fútbol (Andersson 2008, Datson 2014), los cambios estacionales en el rendimiento físico durante la temporada competitiva (Emmonds 2020), las características de las jugadoras juveniles en función de la maduración (Emmonds 2020) y un artículo de revisión reciente que proporciona una actualización fisiológica aplicada al deporte (Datson 2014). Sin embargo, lo que actualmente falta en la literatura publicada son intervenciones de entrenamiento específicas para el deporte para esta población femenina poco investigada para apoyar e informar la práctica para mejorar el desarrollo deportivo.

Un informe reciente destacó que las futbolistas internacionales cubren una distancia total de 10321±859 m durante los partidos (Datson 2017), que es comparable a las distancias recorridas a nivel nacional por las jugadoras (Bradley 2014), pero un poco menos (aproximadamente 500 m) que los hombres jugadores de la Premier League inglesa (Barnes 2014). Una mayor importancia para los resultados de los partidos y los eventos críticos durante los partidos sugeriría que la distancia total recorrida a alta intensidad y los sprints son factores más importantes que la distancia total sola (Dello Iacono 2021, Di Salvo 2009, Morgans 2018). Esto ha sido destacado, aunque en el juego masculino, con hallazgos que indican que el sprint en línea recta es la acción más frecuente antes de los goles marcados en fútbol (Faude 2012), y que existen diferencias en la carrera de alta intensidad y las distancias recorridas en el sprint entre jugadores de diferente nivel (Mohr 2003), sugieren que esta característica física puede ser un indicador clave del rendimiento en el éxito en el fútbol (Bradley 2013 y 2016). Además de la necesidad de un trabajo de alta intensidad dentro del fútbol, se requieren muchos movimientos de utilidad como cambios de dirección (COD), aceleraciones/desaceleraciones y saltos con acciones locomotoras que cambian cada 4 a 6 segundos, lo que representa aproximadamente 1350 acciones a lo largo de un partido. (Beato 2017 y 2018, Cristopher 2016, Datson 2014). Por lo tanto, la capacidad de realizar movimientos rápidos y contundentes sería ventajosa para las jugadoras de fútbol y, como tal, se utilizan ejercicios y metodologías de entrenamiento de forma rutinaria para desarrollar estas habilidades (Beato 2018, Bianchi 2019).

El entrenamiento pliométrico (PLY) es una estrategia común y efectiva utilizada en entornos aplicados y respaldada en la literatura científica para mejorar la potencia y el sprint en los atletas (Beato 2018, Markovic 2010). Además, se ha demostrado que esta actividad mejora los marcadores de la salud ósea y la resistencia a las lesiones (Markovic 2010). El entrenamiento PLY implica saltos (por ej., saltos horizontales) y ejercicios de alto impacto (por ej., saltos en caída) que utilizan la acción del ciclo de estiramiento y acortamiento (SSC), en los que se mejora el sistema nervioso y musculotendinoso para producir la fuerza máxima tan rápido como sea posible (Bianchi 2019). La literatura actual informa efectos positivos en el rendimiento deportivo específico (por ej., acciones de salto y sprints) usando una combinación de ejercicios PLY verticales y horizontales (Bianchi 2019, Loturco 2015), y la revisión sistemática realizada por Markovic y Mikulic (2010) encontró que el 81% de los estudios incluidos observaron un aumento relativo de la potencia muscular con resultados positivos que oscilaron entre el 2.4 y el 31.3%. Además, desde una perspectiva de mejora del rendimiento, la investigación recomendó el entrenamiento PLY para los entrenadores de fuerza y acondicionamiento físico debido a las mejoras en el rendimiento de la potencia muscular, la fuerza muscular, la velocidad y el COD (Beato 2018, Dello Iacono 2017, Loturco 2015). La investigación de ejercicios PLY específicos para mujeres estableció resultados positivos para los parámetros de potencia y velocidad (Datson 2014, Ramirez-Campillo 2018, Rubbley 2011). Los jugadores pueden lograr una mayor aptitud física debido a varias funciones del SSC relacionadas con lo neuromuscular, como el impulso neural, una mayor capacidad para generar fuerza relativa por unidad motora, mejores cualidades musculares de las piernas y economía de carrera (Markovic 2010, Radnor 2018).

Los jugadores profesionales de fútbol tienen una cantidad de tiempo relativamente baja para dedicar al entrenamiento de la fuerza y de la PLY, ya que los requisitos técnicos y tácticos específicos del deporte tienen prioridad para muchos entrenadores (Bradley 2014, Datson 2017). Esto se ve exacerbado por las fechas asociadas con los partidos y los viajes. Gran parte de la literatura ha informado que 2 o 3 sesiones de PLY a la semana pueden ser efectivas para desarrollar el rendimiento de las extremidades inferiores en los atletas, pero esta frecuencia de entrenamiento no es realista en los jugadores de fútbol profesionales en temporada (Beato 2022). Sin embargo, una investigación reciente realizada en jugadores de fútbol masculino de élite informó que una sesión de entrenamiento PLY a la semana puede ofrecer beneficios equivalentes a entrenar dos veces a la semana sobre la capacidad de salto, velocidad y COD (Bianchi 2019). Por lo tanto, los protocolos que evalúan la efectividad de dosis bajas de entrenamiento de PLY, como una sesión a la semana, pueden tener una gran importancia en el entorno del fútbol femenino de élite aplicado. Además, la literatura que evalúa el efecto del entrenamiento PLY, mediante un diseño sólido, como un ensayo controlado aleatorio, y que incluya a una población profesional, es muy limitada (Markovic 2010). Así, las futuras recomendaciones propuestas por Ramírez-Campillo y cols. (2018) en su revisión metodológica sobre la PLY incluyeron una mejora en la calidad metodológica, mayor diversidad de sujetos de investigación y con más estudios realizados en sujetos con alto rendimiento deportivo.

Recientemente, el Dr. Marco Beato de la University of Suffolk (Reino Unido) llevó a cabo una investigación que tuvo como objetivo investigar el efecto de agregar un programa de entrenamiento PLY de 12 semanas (sesión única por semana) dentro del entrenamiento regular del equipo, sobre la potencia, el COD y el rendimiento de sprint de jugadoras. Siguiendo las recomendaciones más recientes de la literatura para el entrenamiento de la PLY (Ramirez-Campillo 2018), esta investigación utilizó un grupo de élite de jugadoras de fútbol profesionales senior durante su temporada competitiva. Los autores han planteado la hipótesis de que la adición de un entrenamiento PLY mejoraría aún más los indicadores de rendimiento físico durante el programa de entrenamiento durante la temporada.

Utilizando un diseño de ensayo controlado aleatorizado, se incluyeron 16 jugadoras en el estudio actual (media ±SD; edad 23±4 años, peso 60.3±4.9 kg, altura 167±3.7 cm) y asignados al azar en un grupo de PLY (n = 8) y en un grupo de control (CON, n = 8), respectivamente. Salto en sentadilla (SJ), salto con contramovimiento (CMJ), salto en longitud (LJ), prueba de distancia de triple salto con una sola pierna (prueba de triple salto), test de cambios de dirección 505 (505-COD) y sprint de 10 y 30 m, se realizaron antes y después de 12 semanas de entrenamiento PLY.

Se encontraron diferencias significativas dentro del grupo en la prueba de triple salto dominante (p = 0.031, tamaño del efecto [ES] = moderado) y miembro no dominante (p = 0.021, ES = moderado) y sprint de 10 m (p = 0.05, ES = grande), mientras que el grupo de CON no reportó ninguna variación positiva. Sin embargo, ninguno de los grupos informó una variación significativa en las pruebas de SJ, CMJ, LJ, 505-COD y sprint de 30 m (lo que subraya las dificultades para obtener una variación significativa en la temporada).

Estos hallazgos tienen fuertes aplicaciones prácticas porque este estudio mostró por primera vez que una sola sesión a la semana de entrenamiento pliométrico puede aumentar significativamente los parámetros de condición física específicos del deporte en jugadoras profesionales de fútbol durante la temporada.

Aplicaciones prácticas

Según los datos recopilados en este estudio, está claro que se pueden lograr beneficios si las jugadoras de fútbol de élite implementan un entrenamiento PLY en sus programas. Específicamente, este estudio ha demostrado que sólo una sesión a la semana de 20 a 25 minutos, con un volumen de PLY de 108 a 140 saltos, puede generar tales beneficios. Por lo tanto, los profesionales de la fuerza y del acondicionamiento físico pueden usar estos datos cuando consideren modelos de desarrollo de atletas a largo plazo y también cuando busquen optimizar la adaptación al entrenamiento. Además, una única sesión de entrenamiento de PLY a la semana, con la progresión de volumen propuesta, parece suficiente para mantener el nivel de forma física de las futbolistas profesionales durante la temporada, que sigue siendo un objetivo muy importante para los practicantes.