Efectos de la maduración sobre el rendimiento neuromuscular de la parte inferior del cuerpo en tenistas jóvenes

Publicado 25 de enero de 2023, 12:23

Efectos de la maduración sobre el rendimiento neuromuscular de la parte inferior del cuerpo en tenistas jóvenes

El tenis es un deporte intermitente que implica turnos breves de actividad intensa (es decir, aceleraciones, desaceleraciones, cambios de dirección [COD] y remates) durante un período variable (como de 3 series en niveles juveniles) (Fernandez-Fernandez 2020). La evolución del rendimiento técnico y táctico en el tenis ha ido acompañada de un aumento progresivo de la velocidad de juego (Martin 2020), lo que, a su vez, obliga a los deportistas a jugar más cerca de los márgenes de la cancha desde edades tempranas (Kovalchik 2017).

Investigaciones anteriores han demostrado que en jugadores adultos, el 80% de todos los golpes de tenis se juegan cubriendo menos de 2.5 m y menos del 5% de los golpes requieren más de 4.5 m entre los golpes (Ferrauti 2003), lo que sugiere que las aceleraciones, desaceleraciones y el COD son de importancia primordial en el tenis en comparación con la velocidad máxima de sprint (Madruga-Parera 2019). En este sentido, sólo unos pocos estudios han analizado los perfiles de movimiento de los tenistas jóvenes (Gallo-Salazar 2019, Hoppe 2014, Kovalchik 2017), mostrando que los jugadores recorren 6-7 m durante un peloteo de tenis y pueden hacer una media de 5-6 COD, que van desde un sólo movimiento a 18 COD en un rally muy largo y exigente (Kovalchik 2017). Como resultado, en un partido competitivo, no es raro que los jugadores jóvenes tengan alrededor de 1000 COD que involucran esfuerzos de aceleración y desaceleración elevados (Gallo-Salazar 2019, Hoppe 2014, Kovalchik 2017). Así, estas cualidades físicas pueden considerarse fundamentales para ser un tenista de éxito en cualquier nivel (Girard 2009, Ulbricht 2016), pero especialmente en edades de desarrollo (Lloyd 2013).

Investigaciones anteriores sugirieron que el rendimiento neuromuscular de las extremidades inferiores (es decir, la capacidad de salto, el sprint y los COD) mejora naturalmente durante la infancia y la adolescencia, aunque de manera no lineal (Lloyd 2013). En este sentido, alrededor de la velocidad pico de altura (PHV) (o tasa máxima de crecimiento) (Malina 2015), hay un crecimiento desproporcionado y una interrupción de la coordinación motora en tareas complejas de coordinación motora (por ej., agilidad) (Beunen 2008), el tan llamado fenómeno de “incomodidad adolescente” (Lloyd 2014). Durante este período, pueden ocurrir restricciones significativas en los rangos de movimiento de las articulaciones (Robles-Palazon 2022), generalmente acompañadas por un mecanismo neuromuscular subdesarrollado (es decir, mecanismos de retroalimentación y avance) (Hewett 2004). Esto puede contribuir a la presencia de deficiencias o disminuciones relacionadas con el crecimiento en las medidas de la capacidad neuromuscular (por ej., estabilidad dinámica y fuerza muscular) (Dobbs 2020, Pichardo 2019) y el rendimiento físico (por ej., altura del salto) (Read 2018).

En el tenis, algunos estudios transversales han analizado la influencia de la maduración en varias medidas de rendimiento físico (es decir, velocidad, COD, salto o potencia de la parte superior del cuerpo) (Lemos 2019, Myburgh 2016 y 2018), informando que los atletas que maduran temprano normalmente tienen un rendimiento superior que sus pares menos maduros.

Aunque el rendimiento de COD se ha considerado una de las cualidades físicas más importantes en una amplia variedad de deportes intermitentes (Freitas 2018, Loturco 2019, Pereira 2018), la información sobre las variaciones en el rendimiento del COD asociadas con la madurez es todavía escasa, con muy pocos estudios que analicen esta cualidad física (Freitas 2018, Madruga-Parera 2019, Myburgh 2018). Hasta donde se sabe, sólo un estudio previo realizado con tenistas menores de 13 y menores de 15 años (Fernandez-Fernandez 2022) analizó específicamente el COD. Los resultados mostraron que los jugadores masculinos y femeninos tienen un rendimiento relacionado con la velocidad muy similar, con sólo los jugadores masculinos Sub-15 superando a las jugadoras femeninas en cualquier distancia evaluada. Curiosamente, el déficit de COD (CODDEF) (es decir, el tiempo adicional que requiere un COD en comparación con un sprint lineal sobre una distancia equivalente [por ej, evaluaciones de COD de igual distancia) también se analizó en ese estudio. Los resultados no mostraron diferencias entre los sexos, aunque las niñas Sub-15 exhibieron mayores magnitudes de déficit de COD que las niñas Sub-13 (Fernandez-Fernandez 2020).

En vista de la literatura previa, sería interesante analizar los cambios en el rendimiento neuromuscular de los tenistas jóvenes, incluidos los sprints lineales, los COD en distancias cortas y los rendimientos de salto en diferentes estados de maduración, especialmente con atletas de entornos de entrenamiento similares. Por lo tanto, recientemente Jose Canós-Portalés, de la Universidad de Barcelona (España), llevó a cabo un estudio cuyo objetivo fue examinar las diferencias del estado madurativo sobre el rendimiento neuromuscular (es decir, salto vertical, sprint lineal, COD y CODDEF) de tenistas jóvenes.

Participaron 155 tenistas juveniles (91 niños y 64 niñas; edad 13.1±2.2 años, masa corporal 50.0±12.2 kg, altura 159.7±12.4 cm y edad estimada a partir del pico de la velocidad de altura [PHV] 12.7±1.6 años) en el estudio y se dividieron en grupos pre-PHV (n = 57), casi-PHV (n = 50) y post-PHV (n = 48). Las pruebas físicas incluyeron velocidad (5, 10 y 20 m), test de cambio de dirección (COD) 5-0-5 modificada, prueba de hexágono y salto con contramovimiento bilateral o unilateral (CMJ).

Los principales resultados mostraron que, en comparación con los jugadores post-PHV, los jugadores pre-PHV presentaron niveles más bajos de rendimiento en CMJ (p <0.001; tamaño del efecto [ES]: 0.76–0.88), sprints lineales y pruebas de habilidad COD (p <0.001); ES: 1.4-1.5). Además, en comparación con casi-PHV, los jugadores pre-PHV también mostraron niveles de rendimiento más bajos tanto en sprints lineales (p <0.001; ES: 0.93–1.12) como en habilidades COD (p <0.01; ES: 0.58–0.94). Por el contrario, el déficit de COD (CODDEF) fue significativamente menor en el grupo pre-PHV que en los grupos casi-PHV (p <0.001; ES: 0.76-0.79) y post-PHV (p <0.001; ES: 1.04-1.05).

Estos resultados resaltan la necesidad de utilizar la etapa de madurez (es decir, el PHV) en lugar de la edad cronológica como un parámetro más apropiado al diseñar programas de entrenamiento. Además, en base a las diferencias encontradas entre los grupos, se deberían recomendar estrategias de entrenamiento específicas, como el entrenamiento neuromuscular y los entrenamientos COD, relacionados con las diferentes etapas de maduración.

Aplicaciones prácticas

Este estudio tiene implicaciones importantes para la práctica y la investigación futura. Teniendo en cuenta que las prácticas diarias de entrenamiento de los tenistas jóvenes suelen implicar una participación mixta (es decir, niñas y niños), el uso de la etapa de madurez (es decir, el PHV) en lugar de la edad cronológica podría ser más apropiado al diseñar programas de entrenamiento. Esta estrategia puede ser especialmente útil cuando los jugadores jóvenes entrenan y compiten en entornos cronológicos basados en la edad en los que pueden ser más susceptibles al sesgo de madurez, en particular los menos maduros (Malina 2015). Los hallazgos de este estudio también sugieren la necesidad de incluir estrategias de formación específicas relacionadas con las diferentes etapas de maduración. En este sentido, los clubes o academias de tenis pueden aprovechar el cálculo del PHV, cada 2-3 semanas, para diseñar grupos de entrenamiento óptimos y planificar las cargas de entrenamiento correspondientes. Por lo tanto, los jugadores alrededor del PHV pueden beneficiarse de los programas de entrenamiento neuromuscular (Fernandez-Fernandez 2020), que incluyen habilidades básicas de fuerza y movimiento, que podrían ser beneficiosas para desarrollar cualidades impulsivas o neurales (Lloyd 2014). Sin embargo, como consecuencia del desarrollo natural de las propiedades musculares y la regulación neural, el rendimiento neuromuscular aumenta durante la transición de pre-PHV a post-PHV (Beunen 2008). Estos atletas se beneficiarían más de la exposición a una combinación de métodos de entrenamiento (es decir, ejercicios pliométricos, sprint/COD y entrenamiento de la fuerza tradicional) (Moran 2017). Finalmente, debido a que el CODDEF aumenta de las etapas pre-PHV a post-PHV, se necesitan estrategias de entrenamiento específico que apunten a superar este déficit en esta población en especial. La combinación de entrenamiento de fuerza y ejercicios de COD (es decir, la combinación de aspectos cognitivos, físicos y técnicos con movimientos específicos del tenis en diferentes ángulos de dirección) podría conducir a una mayor eficiencia durante el COD.