Efectos del cese del entrenamiento de la fuerza sobre el rendimiento en ciclistas bien entrenados: un estudio exploratorio

Publicado 2 de septiembre de 2022, 12:42

Efectos del cese del entrenamiento de la fuerza sobre el rendimiento en ciclistas bien entrenados: un estudio exploratorio

Debido a la especificidad de las adaptaciones del entrenamiento, el entrenamiento orientado al ciclismo se considera la modalidad más efectiva para mejorar el rendimiento en el ciclismo (Jeukendrup 2001). El rendimiento en ciclismo depende predominantemente del metabolismo muscular aeróbico, donde la tasa máxima de consumo de oxígeno (VO2máx), el umbral de lactato y la economía de pedaleo, son factores de vital importancia para el rendimiento de resistencia (Bassett 2000, Coyle 1991, Jeukendrup 2000, Lucia 2001, Sunde 2010). A su vez, una alta capacidad para el metabolismo anaeróbico se considera importante a la luz de los frecuentes cambios de intensidad durante una carrera de ciclismo, particularmente durante los ‘ataques’ o sprints (Menaspa 2015), relacionándose con una alta contracción voluntaria máxima (MVC) de los extensores de la rodilla con una alta potencia de sprint (Kordi 2017). Varios informes han demostrado que el entrenamiento de la fuerza con carga pesada simultáneo (es decir, suplementario) puede mejorar el rendimiento en el ciclismo en un grado aún mayor (Aagaard 2011, Hickson 1988, Lum 2019, Rønnestad 2011, 2015 y 2016, Sunde 2010). Por lo tanto, los estudios que examinan el efecto del entrenamiento concurrente de resistencia y de fuerza en ciclistas han informado efectos positivos sobre el umbral de lactato (cambiado a vatios [W] más altos) (Rønnestad 2010 y 2016) y una menor producción de energía para una producción de potencia submáxima determinada (Rønnestad 2011, Sunde 2010, Vikmoen 2017). Además, no se han observado efectos negativos del entrenamiento concurrente sobre el VO2máx (Aagaard 2011, Hickson 1988, Ploutz 1994, Sunbde 2010, Vikmoen 2016 y 2017).

Investigaciones previas han examinado el efecto del entrenamiento concurrente de resistencia y de fuerza en el ciclismo sobre las capacidades de resistencia a corta y larga duración utilizando pruebas de hasta 15 minutos de duración (Aagaard 2011, Hickson 1988, Sunbde 2010, Vikmoen 2016) y de más de 30 minutos de duración (Aagaard 2011, Rønnestad 2010, Vikmoen 2016), respectivamente. Al presentar un nuevo diseño de prueba, Rønnestad y cols. (2011) y Vikmoen y cols. (2017) implementaron una prueba de ciclismo de larga duración (3 horas al 44% Wmáx) seguida inmediatamente por una prueba máxima de corta duración (5 minutos) en atletas masculinos y femeninos bien entrenados para simular las condiciones reales de carrera. Los factores metabólicos como la frecuencia cardíaca (FC), el consumo de oxígeno (VO2), la tasa de intercambio respiratorio (RER), la concentración de lactato ([La2]) y la tasa de esfuerzo percibido (RPE) se controlaron durante la prueba de ciclismo prolongado, mientras que la potencia media (W) se midió durante la prueba de ciclismo máximo de 5 minutos (Sunbde 2010, Vikmoen 2017). Aunque varios parámetros metabólicos y cardiovasculares mejoraron durante las horas finales de la prueba de ciclismo prolongada en respuesta a 11-12 semanas de entrenamiento de fuerza y de resistencia concurrente, el entrenamiento concurrente llevó a una mejora del 7% en la producción de potencia media durante la prueba máxima de 5 minutos realizada inmediatamente después de la prueba de ciclismo prolongado (Sunbde 2010, Vikmoen 2017). Por lo tanto, los datos disponibles indican que el entrenamiento concurrente de la fuerza y de la resistencia puede provocar efectos beneficiosos en el rendimiento de la prueba contrarreloj, como se apoya más directamente en otros informes (Aagaard 2011, Hickson 1988, Koninckx 2010, Vikmoen 2016).

Aunque la mayoría de las investigaciones generalmente reportan efectos positivos del entrenamiento concurrente de resistencia y de fuerza sobre el rendimiento de ciclismo tanto de corta como de larga duración, existe un conocimiento limitado sobre la retención de la función muscular mecánica y el rendimiento en el ciclismo cuando se elimina el entrenamiento concurrente del programa de entrenamiento. Esta es una práctica común cuando se acerca la temporada competitiva para permitir que los ciclistas realicen un mayor volumen de entrenamiento de resistencia o de carreras. Un mayor conocimiento sobre el perfil de disminución de la fuerza en ciclistas competitivos puede ayudar a mejorar la preparación y optimizar el rendimiento del ciclista hacia las competencias de alta prioridad. Hasta donde se sabe, sólo un único estudio ha investigado la retención en la función muscular mecánica (por ej., fuerza muscular isométrica y explosiva [tasa de desarrollo de la fuerza [RFD]) y potencia muscular) y el rendimiento en el ciclismo después de 8 semanas de interrupción del entrenamiento de la fuerza posterior a un período de entrenamiento concurrente de fuerza y de resistencia en ciclistas competitivos (Rønnestad 2016). Las mejoras en la función muscular mecánica provocadas por el protocolo de entrenamiento concurrente desaparecieron en gran medida dentro de las 8 semanas posteriores al cese del entrenamiento de la fuerza (Rønnestad 2016). Con base en los datos limitados disponibles, recientemente Runi Blafoss de la University of Southern Denmark (Dinamarca), llevó a cabo un estudio al respecto donde se examinó la retención en la función muscular mecánica, el rendimiento de ciclismo prolongado (2 horas) y la potencia máxima de ciclismo de 5 minutos, respectivamente, durante una fase temprana (3 a 6 semanas) después del cese del entrenamiento de la fuerza en ciclistas competitivos masculinos.

Específicamente, el objetivo de ese estudio de intervención de entrenamiento exploratorio fue investigar la retención (perfil de decaimiento) en la función muscular mecánica y el rendimiento de ciclismo durante el cese de 6 semanas del entrenamiento de la fuerza que fue precedido por 8 semanas de entrenamiento de resistencia y de fuerza concurrente en ciclistas masculinos de subélite bien entrenados.

Se reclutaron para este estudio a 9 ciclistas competitivos masculinos bien entrenados (VO2máx 5 66±7 mlmin-1kg-1). Los ciclistas realizaron un entrenamiento de la fuerza periodizado dirigido a los músculos de las piernas y del tronco durante 8 semanas como complemento a su entrenamiento de resistencia normal (ciclismo). Esto fue seguido por 6 semanas de entrenamiento de resistencia solamente (período de retención) antes del inicio de la temporada competitiva. La potencia máxima del extensor de la pierna, la fuerza isométrica del extensor de la pierna (contracción voluntaria máxima [MVC]), la tasa de desarrollo de la fuerza (RFD) y el rendimiento de ciclismo de larga duración (ciclismo submáximo de 2 horas al 55% de Wmáx), seguido de 5 minutos de ciclismo máximo, fueron evaluados.


Después de 8 semanas de entrenamiento concurrente de resistencia y de fuerza, la potencia de los extensores de las piernas, la MVC y la RFD aumentaron en un 12, 15 y 17%, respectivamente, mientras que la potencia media (W) durante 5 minutos de ciclismo máximo aumentó en un 7% (p <0.05). Las ganancias inducidas por el entrenamiento sobre la MVC y la potencia máxima de ciclismo de 5 minutos se mantuvieron después de 6 semanas de interrupción del entrenamiento de la fuerza (p <0.05).

Estos hallazgos indican que los ciclistas competitivos pueden concentrarse en el entrenamiento del ciclismo sólo durante al menos 6 semanas antes de la competencia sin perder las ganancias obtenidas en la fuerza muscular máxima y el rendimiento de ciclismo logrados en los períodos anteriores del entrenamiento de la fuerza concurrente.

Aplicaciones prácticas

Este estudio verifica y elabora informes previos de producción de potencia mejorada durante el ciclismo máximo de 5 minutos cuando se realiza inmediatamente después del ciclismo submáximo prolongado (3 horas) como resultado del entrenamiento de la resistencia y de la fuerza concurrente (Rønnestad 2011, Vikmoen 2017). Estas ganancias en la producción de la potencia máxima de ciclismo en la fase final de una etapa bien pueden representar la diferencia entre ganar y perder. En términos prácticos, los datos actuales indican que los ciclistas competitivos pueden enfocarse sólo en el entrenamiento de ciclismo específico de la carrera durante varias semanas (≤6 semanas) mientras mantienen los beneficios de los períodos anteriores del entrenamiento de la fuerza concurrente. Sin embargo, la disminución en la potencia muscular dinámica máxima y la RFD durante el período de retención pueden indicar una disminución en la función muscular mecánica relacionada con algunos parámetros de rendimiento en el ciclismo. Por lo tanto, los ciclistas podrían beneficiarse de la intervención del entrenamiento de la fuerza intenso al realizar un entrenamiento intenso de la fuerza al menos una vez a la semana durante la temporada de competencia para mantener o incluso mejorar aún más los efectos positivos obtenidos en los períodos anteriores de entrenamiento de la fuerza de alta intensidad.