El ejercicio en nuestros tiempos (parte I): ¿Qué está sucediendo?
Publicado 18 de noviembre de 2015, 3:43
Victor Neri Valdez
1.- Introducción
En una era dónde existe más información que nunca respecto a las ciencias del ejercicio y nutrición, ya que se cuenta con más carreras, instituciones educativas, profesionales graduados, investigaciones científicas, tecnologías y sobre todo, más necesidad que nunca por el ejercicio y la cultura de un estilo de vida saludable; en los tiempos actuales en que tenemos más que nunca todo este conjunto de valiosas herramientas a nuestra disposición y alcance, se encuentra la sociedad peor que nunca. En definitiva, algo no está sucediendo como debería, pues no existe congruencia con tener tantas herramientas y de lo que adolece la sociedad en materia de salud. ¿Será que realmente los profesionales del ejercicio y nutrición conocemos y entendemos a fondo lo que esta profesión y la sociedad necesitan y demandan?
“No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho”, Aristóteles.
2.- ¿Qué sucede?
Vamos a realizar un abordaje desde una visión multifactorial donde consideraremos los siguiente aspectos:
2.1.- La sociedad
Actualmente nos encontramos ante una sociedad con más problemas de salud que nunca, con mayor enfermedad. Cabe mencionar que "La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades" (OMS, 1948), por lo que podremos definir a la salud como la interacción de dos componentes: la enfermedad y el bienestar.
Estos dos componentes son cambiantes a través del tiempo, por lo que, en algún momento, el individuo psico-biológico podrá contar con mayor o menor salud.
Una persona que carezca de enfermedad, pero a su vez carezca de bienestar, no se le podrá llamar saludable, podremos decir que no tiene enfermedad, pero no que cuenta con salud. De la misma manera, aquella persona que tenga mucho bienestar pero que también tenga una enfermedad que desconoce que posee y que aún no ha reflejado la sintomatología, no se le podrá llamar saludable.El problema recae en realmente alcanzar a dimensionar y entender lo que estos conceptos nos refieren, ya que, dentro del entrenamiento para la salud y calidad de vida, encontramos protocolos de entrenamiento que han demostrado grado de evidencia A y B en la prevención de la patogénesis, y cuando ya existe la patología, en mejorar la sintomatología específica asociada, la aptitud física y la calidad de vida del individuo que la padece. Esta evidencia se ha encontrado en diversas enfermedades, tales como el cáncer, la resistencia a la insulina, DM2, HTA, EPOC, osteoporosis e incluso depresión entre muchas otras (Pedersen, B.K. y B. Saltin, 2013).
Otro problema que presenta la sociedad, es la desinformación que existe en torno a las ciencias del ejercicio y la información de fuentes no confiables de la misma que ha generado especulaciones y mitos sobre el ejercicio que conllevan a un mar de información en donde coexisten mezcladas veracidad y falsedad. Como parte de esta desinformación, se encuentra la acepción errónea de conceptos referentes al rubro del ejercicio; la diferencia entre actividad física, ejercicio, entrenamiento personal y preparación física no es clara para la sociedad (incluso para algunos técnicos del ejercicio), siendo que cada concepto representa un contexto diferente y una aplicación específica. Este problema ha generado la aparición de métodos simplistas de entrenamiento que son vendidos como “los mejores en todo momento” y no hay nada más lejos de la realidad, ya que no existe algo como “el mejor método de entrenamiento” ni “el mejor medio de entrenamiento”, sólo existen métodos y medios que son aplicables en algún momento o fase de la programación del entrenamiento, y métodos y medios que no son adecuados en determinado momento.
El estilo de vida sedentario de las personas supone también riesgos importantes para la salud, que, por lo general, no son comprendidos ni dimensionados por la sociedad.
Otro hecho es la forma en que la sociedad ha evolucionado, vamos a referirnos a la sociedad como mercado. Los tiempos han cambiado, existe una combinación de generaciones interactuando entre sí, tales como los “baby boomers”, “la generación X”, “los millennials” y “los centennials” que tienen deseos, expectativas y necesidades diferentes sobre los productos y servicios que se entregan en cuanto a ejercicio se refiere, complicando así la tarea de prescripción del mismo. Pero ¿por qué esto es importante? Probablemente desde el punto de vista de la fisiología, es evidente la necesidad de crear dosis de entrenamiento personalizadas con base en las diferencias entre individuos considerando su biotipología general, su estado de salud actual, su historial de actividad física y ejercicio, su alimentación y sus hábitos de vida, pero, si no consideramos los aspectos del mercado en cuanto a las diferencias en las necesidades de las generaciones, estaremos poniendo en riesgo una de las variables más importantes: la adherencia de las personas a los programas de entrenamiento. Justo ahí es donde recae la importancia de generar estrategias que deriven en la entrega de la dosis correcta de ejercicio considerando los deseos, expectativas e incluso los gustos del individuo entrenado; a esto le podremos llamar entrenamiento personalizado, a la total adaptación del plan de trabajo a la condición actual, historial y entorno del entrenado.
Por esta razón, es de suma importancia que los profesionales en prescribir ejercicio, cuenten con las herramientas necesarias en materia de conocimiento para tomar decisiones que conlleven a un mayor grado de certeza en la prescripción de la dosis correcta para cada persona y en su adherencia a los programas de entrenamiento.
2.2.- Los profesionales
Por otro lado, los profesionales del ejercicio no han logrado concretar una fusión entre las interdisciplinas del ejercicio; pero no sólo las que aportan conocimiento en la prescripción de la dosis de entrenamiento, sino también en las que aportan la transmisión y la entrega de la misma dosis hacia la sociedad: las ciencias económico-administrativas y las ciencias sociales.
Existe una especie de guerra entre los profesionales del ejercicio donde se discuten temas que no conllevan a ningún sitio y pareciera que la mercadotecnia muchas veces es la antagonista del cuento, siendo que, si se utiliza de la manera correcta, debería ser parte integradora entre el profesional del ejercicio que prescribe y transmite la dosis de entrenamiento y su entrenado que recibe dicha dosis. Sin embargo, lo que en su mayoría se ha hecho hasta hoy día, es acercarse a la mercadotecnia alejándose del rigor científico del ejercicio o ubicarse en el otro extremo alejándose de la mercadotecnia por completo y esperando que el rigor científico sea solicitado por las personas simplemente por estar ahí y contar con él.
Hoy en día, el profesional del ejercicio debería adoptar una postura totalmente interdisciplinaria para entregar soluciones reales a la problemática de la sociedad actual; en su lugar tenemos “especialistas del siglo XX, con información del siglo XIX, trabajando con personas del siglo XXI” (Heredia, 2014).
Sumado a todo esto, encontramos que a pesar del gran contenido de información con el que contamos, se sigue sin utilizar el conocimiento científico para crear un proceso de pensamiento propio con base en evidencias para la toma de decisiones en la prescripción de entrenamiento. Toda esa masa de información no debería ser utilizada para encontrar un método simplista alternativo al entrenamiento, sino para dar solución a problemas reales a través de lo que hasta hoy día tenemos en conocimiento; debería ser un intento por acercarnos a la certeza de lo que estamos entregando sobre los resultados que se están obteniendo.
La experiencia de un técnico en ejercicio podrá ser la más amplia que existe, pero si esta no se complementa con el conocimiento necesario, no tendrá ninguna justificación en su aplicación, lo cual nos aleja de la certeza que tanto se añora para el logro de adaptaciones psico-biológicas deseadas y conocidas en el individuo.
3.- ¿Qué debería suceder?
Lo que se propone al fusionar las distintas áreas del conocimiento e interdisciplinas, es dirigir esfuerzos hacia la preparación integral del especialista en ejercicio, aportando el conocimiento que permita hacer una entrega del ejercicio totalmente adaptada a las necesidades y deseos de la sociedad actual, generando así una evolución en el profesional del ejercicio que vaya acorde a la evolución del mercado actual.
Además de esto, dirigirnos hacia el entrenamiento personalizado debería ser el camino ideal, ya que se debe considerar a las personas como individuos, es decir, que tienen características diferentes, necesidades diferentes e incluso actividades diferentes ya que las Actividades de la Vida Diaria Laboral (AVDL) suponen cambios específicos entre estas necesidades; el camino para considerarlas y adaptar esta información al sistema de entrenamiento, es parte del entrenamiento personalizado.
La dosis de entrenamiento debería estar fundamentada en el eje rector de este proceso: el entreno, el individuo que se para delante de nosotros para preguntarnos: ¿Qué me toca hacer el día de hoy?
Bibliografía
- Bolognese, M. (2014). “Introducción al entrenamiento personalizado” en Curso de Entrenamiento Personalizado primera edición. [En línea]. Córdoba.
- Heredia, J. R., (2014) “Importancia de la actividad física para la salud” conferencia dictada durante el curso Entrenamiento personalizado primera edición, G-SE, mayo de 2014.
- Murgich, V. (2014). “Desde los Baby Boomers a los Millenials. ¿Cómo trabajan juntas estas generaciones? infografía” en Merca2.0. [En línea]. España, disponible en: http://www.merca20.com/desde-los-baby-boomers-los-millenials-como-trabajan-juntas-estas-generaciones-infografia/
- Pedersen, B.K. y B. Saltin (2013), “Evidence for prescribing exercise as therapy in chronic disease” en Scandinavian journal of medicine & science in sports.
- Purvis, T., (2015), RTS Continuum Training. Manual del curso “RTS Continuum Training”, México D.F., Sport City University.