El entrenamiento de activación facilita el reclutamiento del glúteo mayor durante los ejercicios de fortalecimiento con pesas

Publicado 23 de mayo de 2022, 13:38

El entrenamiento de activación facilita el reclutamiento del glúteo mayor durante los ejercicios de fortalecimiento con pesas

La mecánica alterada de la cadera debido al uso inadecuado de la musculatura glútea se ha relacionado con varias afecciones musculoesqueléticas. Específicamente, se ha identificado que la aducción excesiva de la cadera y la rotación interna durante tareas dinámicas contribuyen al pinzamiento fémoroacetabular (Bagwell y Powers, 2017; Cannon y cols., 2020; Jorge y cols., 2014), dolor patelofemoral (Liao y cols., 2015; Powers y cols., 2003; Powers, 2010; Reiman y cols., 2009; Souza y Powers, 2009), síndrome de la banda iliotibial (Powers, 2010; Reiman y cols., 2009) y desgarros del ligamento cruzado anterior (Hewett y cols., 2005; Powers, 2010; Reiman y cols., 2009). Además, se ha informado que la reducción de los ángulos de flexión de la cadera y la disminución de los momentos extensores de la cadera durante las tareas de apoyo en el suelo aumentan la carga y la absorción de energía en la rodilla (Kulas y cols., 2012; Pollard y cols., 2010; Stearns y cols., 2013). Por lo tanto, desde un punto de vista clínico, es deseable optimizar el reclutamiento y el fortalecimiento de los músculos de los glúteos para prevenir movimientos deformes de las extremidades inferiores.

Dado su papel como extensor, abductor y rotador externo de la cadera, la debilidad y/o el uso insuficiente del glúteo mayor (GMAX) se ha identificado como un contribuyente potencial a la cinemática anormal de las extremidades inferiores (Hewett y cols., 2010; Powers, 2010; Powers y Fisher, 2010). Esta premisa está respaldada por los hallazgos de investigaciones previas que informaron que un mayor uso del GMAX durante tareas dinámicas se asocia con una reducción de los movimientos deformes en la cadera y la rodilla (Atkins y cols., 2021; Barton y cols., 2013; Cannon y cols. al., 2021, 2019; Hollman y cols., 2020, 2014; Souza y Powers, 2009; Zazulak y cols., 2005). Como resultado de su acción triplanar en la cadera, se ha recomendado el fortalecimiento del glúteo mayor como parte de los protocolos de rehabilitación y prevención de lesiones para diversas afecciones musculoesqueléticas.

Se ha recomendado un entrenamiento muscular específico y aislado antes de las tareas complejas de fortalecimiento de múltiples articulaciones para provocar aumentos equilibrados en la fuerza muscular entre los sinergistas y permitir los cambios deseados en los patrones de movimiento (Stastny y cols., 2016; Stronska y cols., 2020). Específicamente para el GMAX, el reclutamiento durante los ejercicios de fortalecimiento con carga de peso puede ser un desafío debido a la redundancia muscular en la cadera para un movimiento articular dado. Por ejemplo, los ejercicios de extensión de cadera pueden no proporcionar un estímulo de fortalecimiento suficiente para el GMAX si se reclutan en mayor grado otros sinergistas como los isquiotibiales o el aductor largo para satisfacer las demandas. Esto es potencialmente problemático ya que los isquiotibiales y el aductor largo también funcionan como aductores de la cadera y rotadores internos, y si se reclutan sin la activación adecuada del GMAX, pueden contribuir a los movimientos de la cadera que se suman a las condiciones musculoesqueléticas antes mencionadas. Por esta razón, se ha propuesto que puede ser necesario un entrenamiento de activación preparatorio del GMAX para asegurar un reclutamiento adecuado mientras se realizan ejercicios de fortalecimiento de la cadera (Fisher y cols., 2016).

En una publicación anterior, un grupo de estudio evaluó si el entrenamiento de activación podría usarse para aumentar el impulso neuronal del GMAX (Fisher y cols., 2016). Específicamente, se utilizó una estimulación magnética transcraneal (TMS) para evaluar si la excitabilidad córticomotora del GMAX podría mejorarse luego de un programa de activación de 1 semana. Se evaluaron las curvas de entrada-salida (IOC) para la amplitud del potencial evocado motor (MEP) y la duración del período de silencio cortical (CSP) a través de diferentes intensidades de estimulación y se compararon antes y después del entrenamiento. Después del programa de activación, se encontró que la pendiente de la IOC era significativamente mayor para la amplitud de MEP y la duración de CSP, lo que indica una mayor capacidad para reclutar al GMAX a través de mecanismos tanto de excitación como de inhibición (Fisher y cols., 2016).

Aunque se ha demostrado que el entrenamiento de activación dirigida del GMAX provoca una mayor excitabilidad córticomotora, no se sabe si estos cambios neuroplásticos dan como resultado una mayor activación durante los ejercicios con pesas. Si se puede demostrar que el entrenamiento de activación aumenta el reclutamiento del GMAX durante los ejercicios de fortalecimiento de la cadera con carga, esto puede resultar en un mayor potencial para el fortalecimiento y la utilización del GMAX durante el movimiento en las últimas etapas de los programas de entrenamiento preventivo o de rehabilitación. De esta manera, recientemente Christopher M. Powers, de la University of Southern California (EEUU), llevó a cabo un estudio al respecto cuyo propósito fue determinar si un programa de activación puede aumentar el reclutamiento del GMAX durante los ejercicios funcionales con el peso corporal como carga. Los autores del estudio, plantearon la hipótesis de que después del programa de activación de 1 semana, el reclutamiento del GMAX aumentaría durante los ejercicios de sentadillas con una y dos piernas.

El estudio actual buscó determinar si un programa de activación de 1 semana podría resultar en un mayor reclutamiento del GMAX durante los ejercicios de fortalecimiento funcional. Se recogieron electromiografías de superficie antes y después del entrenamiento de 12 participantes sanos mientras realizaban sentadillas con una y dos piernas. Entre las sesiones de prueba, los participantes completaron un programa de entrenamiento de activación del GMAX que constaba de ejercicios isométricos con resistencia de banda (dos veces al día durante 7 días). Después del programa de activación de 1 semana, se encontró que el reclutamiento del GMAX aumentó en un 57% durante la sentadilla con dos piernas (p = 0.005, r de Cohen = 0.73) y un 53% durante la sentadilla con una sola pierna (p = 0.006, r de Cohen = 0.70).

Se debe considerar la implementación de un programa inicial de activación del GMAX para facilitar las adaptaciones neuromusculares que mejoran la utilización del GMAX durante los ejercicios de fortalecimiento de la cadera.

El estudio actual demostró que un programa de activación del GMAX de 1 semana aumentó el reclutamiento del GMAX durante los ejercicios funcionales de fortalecimiento de la cadera. Un mayor reclutamiento del GMAX puede aumentar la disponibilidad del músculo para ser utilizado durante el fortalecimiento y el entrenamiento basado en el movimiento como parte de los programas de entrenamiento preventivo y de rehabilitación. Se debe considerar la implementación del entrenamiento de activación inicial para facilitar las adaptaciones neuroplásticas y neuromusculares que facilitan el fortalecimiento y la utilización funcional del GMAX.