Entrenamiento hipertrófico sarcomérico seguido de HIIT. Distinguiendo el método concurrente de otras formas combinadas a nivel la respuesta molecular
Publicado 29 de mayo de 2022, 13:42
Desde hace ya más de 4 décadas Hickson ha definido la situación que genera un modelo de entrenamiento en el cual se combinan la fuerza y los esfuerzos de tipo oxígeno dependientes en la misma sesión. En esa modalidad, muchas veces definida erróneamente como método concurrente (MC), se vería expresado un efecto de interferencia mediante el cual se inhibe la adaptación de la fuerza cuando se practica uno de endurance seguido al ese, lo que no acontece con el entrenamiento de fuerza (EF) de forma aplicado de forma aislada (Hickson R. C. (1980). Interference of Strength Development by Simultaneously Training for Strength and Endurance. Eur. J. Appl. Physiol. Occup. Physiol.). Contrario a esto, recientemente Schumann y colegas han indicado en un metaanálisis que el EC no compromete la fuerza máxima ni el desarrollo hipertrófico, independientemente de la modalidad de entrenamiento, la frecuencia, o la edad del individuo, pero puede atenuar el desarrollo de la fuerza explosiva (Schumann M., et al. Compatibility of Concurrent Aerobic and Strength Training for Skeletal Muscle Size and Function: An Updated Systematic Review and Meta-Analysis. Sports Med. 2021). Respecto de este último trabajo, en él no se pudo evaluar el papel de la intensidad del entrenamiento de endurance debido a la información inconsistente dentro de los estudios incluidos. A este respecto me he expresado en varias revisiones que he publicado (ver en https://jorgeroig.info) sobre la falta de consideración de la intensidad en las pruebas pesquisadas al analizar el factor interferencia. La relevancia que tiene justamente la variable de referencia en esa modalidad aeróbica es central, ya que según sea la misma la AMPK puede ser sensibilizada o no suficientemente.
Varios trabajos han documentado recientemente la importancia de la consideración de la intensidad del ejercicio de endurance así como el formato de aplicación del estímulo, esto es, continuo o interválico. Al respecto, uno reciente de Jones y colaboradores ha informado respuestas de señalización anabólica similares después de ejercicios combinados de fuerza y aeróbicos de alta intensidad en ciclistas entrenados en endurance (Jones T. W., et al. Aerobic Exercise Intensity Does Not Affect the Anabolic Signaling Following Resistance Exercise in Endurance Athletes. Sci. Rep. 2021). Y en línea con esta aseveración, Vechin y colegas sostienen que las características de interferencia pueden evitarse si se implementa un entrenamiento aeróbico de tipo interválico de alta intensidad junto con el entrenamiento de fuerza (Vechin F. C., et al. Interference Phenomenon with Concurrent Strength and High-Intensity Interval Training-Based Aerobic Training: An Updated Model. Sports Med. 2021).
En estos dos últimos trabajos mencionados puede apreciarse lo que ya desde hace un tiempo se viene sosteniendo también sobre la distinción de las distintas intensidades al hablar de endurance. Y ello porque lo que acontece en niveles de exigencias de esfuerzo supraumbral de lactato (glucólisis rápida) es marcadamente diferente a lo que se aprecia a nivel subumbral (glucólisis lenta) cuando a señalización de ciertas moléculas se refiere. No considerar esto, por ejemplo, es no detenerse en la señalización de la AMPK en respuestas a intensidades diferentes dentro del territorio metabólico oxígeno dependiente.
En una interesante investigación de Coffey y colegas, los autores documentan que cuando se realizan EC sin separación entre los estímulos, se observan respuestas anabólicas disminuidas al ejercicio de fuerza cuando fue precedido por esfuerzos de endurance. Por otro lado también se observó una mayor degradación de proteínas musculares e inflamación cuando el ejercicio de fuerza se completó antes del ejercicio de endurance (Coffey VG, et al. Consecutive bouts of diverse contractile activity alter acute responses in human skeletal muscle. J. Appl. Physiol. 2009b). Así y por lo apreciado acá, sea cual fuere el orden de los ejercicios elegidos, las implicancias negativas existen en estas modalidades concurrentes.
Es sabido que niveles intensos de ejercitación oxigeno dependiente (glucólisis rápida), se produce una fuerte activación de la AMPK. Desde esta consideración, es prudente traer acá a trabajos recientes de Rúas y colegas, quienes recuerdan que justamente bajo esos estímulos se señala a la PGC-1 α, sugiriendo que una variante de ella, denominada PGC-1 α4), se relacionó con la hipertrofia muscular a través de aumentos en el factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-1) y la supresión de la miostatina (Rúas JL, et al. A PGC-1α isoform induced by resistance training regulates skeletal muscle hypertrophy. Cell. 2012). Por el contrario, se sugirió que el PGC-1 α en su forma PGC-1 α1 es responsable de una mayor adaptación aeróbica. Esto da lugar a la posibilidad de un aumento en la expresión total de PGC-1 α después de ambos modos de ejercicio a través de diferentes vías de señalización.
De acuerdo a lo anterior, las mejoras adaptativas generadas por esfuerzos de alta intensidad que señalizan a la AMPK se vinculan a la acción de la PGC-1 α1 cuando van solos. Bajo esta característica del estímulo, accionaría específicamente sobre la biogénesis mitocondrial y la angiogénesis, entre otras adaptaciones de tipo aeróbicas. Pero cuando el mismo estímulo oxígeno dependiente se aplica seguido a un entrenamiento de tipo hipertrófico sarcomérico, la acción de la denominada PGC-1 α4 se expresa también, ahora además señalizando al IGF-1 e inhibiendo la miostatina.
Entender esto, al menos al presente, fuerza la comprensión de lo que es la diferencia en lo que puede acontecer a través de un EC que generará interferencia o de dos entrenamientos consecutivos, antagónicos en sus objetivos y sucesivos, sin conflictos moleculares mediante. Aquí es la intensidad quien puede definir la señalización molecular ante dos estímulos antagónicos como normalmente lo son la fuerza y los metabólicos oxidativos, mostrándose incluso sumatorios en los casos de que a un entrenamiento hipertrófico sarcomérico le suceda un HIIT.