Historia de la Rehabilitación Cardiovascular

Publicado 28 de julio de 2015, 14:02

Historia de la Rehabilitación Cardiovascular

Breve resumen de la historia de la Rehabilitación Cardiovascular

No podemos decir que exista una fecha precisa del comienzo de la RHCV, ya en la antigüedad Hipócrates 400 años AC promovía el movimiento para mantener sano al cuerpo escribiendo “Todas aquellas partes del cuerpo que tienen una función, si se usan con moderación y se ejercitan en el trabajo para el que están hechas, se conservan sanas, bien desarrolladas y envejecen lentamente, pero si no se usan y se deja que holgazaneen, se convierten en enfermizas, defectuosas en su crecimiento y envejecen antes de hora”.

Más recientemente, en el siglo XVII, el médico Ingles William Heberden quien describiera con detalles y excelencia por primera vez los síntomas típicos de la angina de pecho ("ángor pectoris") en un tratado publicado en 1772 conto la historia de un paciente, de profesión leñador, que sufría dicho síntoma mientras serruchaba madera, imposibilitado de poder abandonar su trabajo, le recomendó distribuir las tareas de su oficio en el transcurso de la semana, notando al tiempo que la intensidad y duración del síntoma se atenuaba lentamente y además cada vez requería un mayor esfuerzo para desencadenarlo.

A pesar de saber que Heberden desconocía por completo los aspectos fisiopatológicos que generaban estos síntomas, se le atribuye haber desplazado inconscientemente el umbral isquémico del paciente mediante el uso de una actividad física de menor intensidad distribuida en varios días de la semana.

En 1854 William Strokes escribió en su clásica obra The Diseases of the Heart and Aorta que "los síntomas de debilidad del corazón son a menudo remitidos por la gimnasia regular o bien por el ejercicio de caminar", pocos años después la medicina de la época doy un giro importante en estos conceptos modernos del movimiento imponiendo para el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares la inmovilización total y absoluta de los pacientes. Esta situación extrema duró hasta el año 1944 en que la Asociación Americana de Medicina (AMA) cuestionó durante un simposio realizado en la Ciudad de Chicago al abuso del reposo en cama para el tratamiento de distintas enfermedades mostrando que su exceso producía:

  • Debilidad muscular
  • Aumento de la excreción del calcio
  • Desmineralización ósea
  • Disminución del volumen sanguíneo
  • Caída del volumen sistólico y gasto cardíaco
  • Hipotensión ortostatica
  • Taquicardia refleja
  • Ineficiencia en el sistema de transporte de oxígeno a los tejidos
  • Riesgo de tromboembolismo pulmonar

Dicha postura fue criticada duramente, la AMA contesto que todo esto sucedía incluso en personas totalmente sanas sometidas a 21 días de reposo absoluto en cama.

Años más tarde, en 1952, Levine y Lown introducen una técnica innovadora para la época, el "tratamiento del sillón" un método simple que consistía en sentar al paciente cardiovascular con un Infarto Agudo de Miocárdio (IAM) a los pocos días de su admisión, por unos minutos en un sillón próximo a la cama, el tiempo y la frecuencia lentamente era incrementado. Además de no observar ningún efecto adverso lograron contrarrestar los efectos deletéreos de la estancia prolongada en cama acortando el tiempo de recuperación, el ánimo del paciente y la prevalencia de tromboembolismo pulmonar.

Todas estas intervenciones médicas, se fueron dando en un tiempo en donde aparecieron los primeros grandes trabajos relacionados con la actividad física y las enfermedades cardiovasculares, uno de ellos fue el publicado en la revista científica The Lancet en 1953 por el médico Ingles Jeremy Morris quien investigo con método científico la prevalencia de Infarto de miocardio y la mortalidad temprana (dentro de las 72 hs. del IAM) de una población de más de 31.000 empleados de la empresa de transporte público de Londres, específicamente los trabajadores de los típicos ómnibus de dos pisos.

Morris objetivo que aquellos trabajadores que pasaban todo el día sentados conduciendo el vehículo, tenían prácticamente el triple de enfermedad coronaria que aquellos que en el mismo horario de trabajo, estaban subiendo y bajando permanentemente las escaleras del ómnibus cobrando los boletos, posteriormente cuando comparo la mortalidad de los empleados con infarto agudo de miocardio, observo que la mortalidad de estos últimos, los boleteros que tenían una tarea más activa, tenían la mitad de mortalidad temprana que los conductores, suponiendo que la gravedad de las lesiones coronarias sería en estos más importante.

También para la misma época, Ralph Paffenbarger de Estados Unidos de América publica un estudio similar sobre la diferencia en la prevalencia de enfermedad coronaria y mortalidad en los obreros estibadores del puerto de San Francisco más activos, en relación con los que consumían menos kilocalorías diarias producto de la actividad física laboral. Ya en los años 60 Paffenbarger publica los primeros resultados de un trabajo sobre la mortalidad relacionada con las kilocalorías consumidas semanalmente producto del ejercicio físico por alumnos de las Universidades de Pennsylvania y Harvard, mostrando una relación inversa entre kilocalorías consumidas y mortalidad de causa general y cardiovascular.

Podríamos decir que estos tres trabajos dan comienzo al estudio de la fisiología del ejercicio y su relación con la salud.

Pero el concepto de RHCV tal como lo conocemos actualmente, comenzó recién a fines de la década del 70 cuando Nanette Wenger junto a un pequeño grupo de colabores implemento un programa de rehabilitación cardiovascular para pacientes coronarios de bajo riesgo, posteriormente entre los años 80 a 90 se fue expandiendo en distintos países del mundo llegando a la actualidad en donde ha quedado totalmente establecido lo integral y multifactorial de esta disciplina.

Si bien han pasado más de 60 años desde los comienzos queda hoy mucho por desarrollar, la RHCV aun no está totalmente presente y disponible para todos los pacientes que la necesitan ni tampoco está instalada en la conciencia colectiva de los cardiólogos que deben indicarla, ni de la sociedad que la necesita.

Prof. Dr. Alejandro M. Gómez Monroy Especialista Consultor en Cardiología y RHCV Director de Cardioactivo Capacitaciones y del Curso a Distancia de Rehabilitación Cardiovascular