¿Qué adaptación es la primera en aparecer tras un proceso de entrenamiento con sobrecarga?

Las primeras adaptaciones como consecuencia del entrenamiento de sobrecarga

Diversos estudios han mostrado que la participación en un entrenamiento sistemático de la fuerza máxima se acompaña de incrementos significativos en la producción de fuerza, independientemente de la edad y el sexo, siempre y cuando la intensidad y duración del período de entrenamiento sean suficientes (Izquierdo Redín et al., 2006, Shima et al., 2002). Cualquier entrenamiento de la fuerza tendrá como objetivo mejorar una o varias de las siguientes expresiones de fuerza velocidad: la fuerza máxima, la fuerza explosiva o la potencia máxima. Otras variables relacionadas con el rendimiento, como la velocidad de carrera, la velocidad de desplazamiento o el salto, también estarán influenciadas por este tipo de entrenamiento (Izquierdo Redín et al., 2006).

Se ha sugerido que las adaptaciones neurales son las predominantes en las ganancias asociadas con las primeras etapas (8-12 semanas) de un programa de entrenamiento con sobrecarga (Moritani and deVries, 1979, Sale, 1988). 

Las adaptaciones neurales han sido atribuidas a las ganancias en la fuerza en ausencia de hipertrofia muscular (Costill et al., 1979, Dons et al., 1979, Komi et al., 1978, Moritani and deVries, 1979, Thorstensson, 1977, Thorstensson et al., 1976b) o a la falta de incrementos en la tensión evocada (McDonagh et al., 1983). El incremento en la fuerza en una extremidad desentrenada luego del entrenamiento de la extremidad contralateral (educación cruzada) es otro ejemplo de una posible adaptación neural (Houston et al., 1983, Moritani and deVries, 1979, Yasuda and Miyamura, 1983). Sin embargo, el término “adaptaciones neurales” no es específico y puede hacer referencia a diversas adaptaciones individuales (Behm, 1995). Entre estas adaptaciones se pueden incluir: el incremento en la actividad electromiográfica (EMG), la potenciación refleja, las alteraciones en la co- contracción de los músculos antagonistas, y la alteración de la activación de los músculos sinergistas (Figura 26). Las adaptaciones neurológicas al entrenamiento con sobrecarga son de importancia debido a la naturaleza específica de las adaptaciones al entrenamiento de la fuerza y debido al aparente incremento en la tensión específica luego de un período de entrenamiento de la fuerza. En contraste con las adaptaciones morfológicas, existe un considerable debate respecto de la naturaleza de los cambios neurológicos que acompañan al entrenamiento de la fuerza.

Sale et al (1983a) vincularon la expresión de fuerza voluntaria a un acto de habilidad, donde los músculos agonistas deben ser activados en forma máxima, apoyados por la apropiada activación de los músculos sinergistas y estabilizadores y con la mínima activación de los músculos antagonistas. Las adaptaciones neurales son esencialmente cambios en la coordinación y en el aprendizaje que facilitan la mejora del reclutamiento y activación de los músculos involucrados durante una tarea específica. En la siguiente sección se revisarán aquellos mecanismos que parecen estar involucrados en las adaptaciones neurales al entrenamiento de la fuerza.