Rehabilitación Cardiovascular, una indicación para todos…

Publicado 8 de enero de 2013, 4:42

Rehabilitación Cardiovascular, una indicación para todos…

  Rehabilitación Cardiovascular, una indicación para todos…

Las enfermedades cardiovasculares, constituyen hoy en día un serio problema de salud pública, y pese a los importantísimos avances en lo que respecta a tecnología para el diagnóstico y el tratamiento de las mismas, las proyecciones de crecimiento del número de enfermos cardiovasculares que hace la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el futuro cercano son realmente alarmantes.

Desde el punto de vista individual, el ser portador de una enfermedad cardiovascular, también constituye un serio problema, no solo por las implicancias que podemos atribuir a cierta “discapacidad” física, sino también por todas las repercusiones psíquicas y social – vocacionales que pueden llevar consigo estas enfermedades.

Habitualmente las enfermedades cardiovasculares (en especial la enfermedad de las arterias coronarias) afectan aspectos físicos, psíquicos y sociales por lo cual un completo e integral tratamiento debe siempre abarcar estos tres aspectos de la vida del paciente.

Quien ha sufrido un evento cardiovascular en su vida, conoce mejor que nadie de que manera pueden afectarse uno o todos estos factores y de que forma la enfermedad propiamente dicha y/o el tratamiento empleado afectan la “Calidad de Vida” (bien individual, intangible valorado principalmente por quien ha perdido su status de salud).

Es en este contexto en que aparece la Rehabilitación Cardiovascular (RHCV) como un valioso recurso terapéutico para todos los pacientes cardiovasculares.

La RHCV es una práctica cardiológica terapéutica de prevención secundaria (es decir actúa una vez que la enfermedad ya esta establecida). Fue definida por la OMS como “El conjunto de acciones medicas que se aplican a los pacientes cardiovasculares, para llevarlos al mejor estado posible en su condición física, psíquica y social – vocacional, ayudándolos a recuperar y/o mantener un rol activo dentro de la sociedad”

Esta práctica esta indicada para todos los pacientes cardiovasculares, (salvo muy pocas excepciones) siendo la indicación más importante el tratamiento de la enfermedad coronaria ya sea en pacientes con o sin infarto de miocardio, con o sin isquemia, con o sin deterioro de su función cardiaca (insuficiencia cardiaca), con o sin intervenciones como angioplastias, cirugía de by pass y/o trasplante.

Es decir que sea cual fuere el tratamiento empleado, higiénico – dietético, medicamentoso, endovascular (angioplastias) y/o quirúrgicos, todos esos pacientes debieran ingresar a un Programa Integral de Rehabilitación Cardiaca.

Para cumplir tan ambicioso proyecto terapéutico, la RHCV se vale de tres herramientas: un plan de educación sanitaria, un programa de actividad física específica y un sistema de control medico.

Los pacientes deben saber que si falta alguna de estas herramientas, entonces no se esta cumpliendo con todas las normas de la RHCV.

El plan de educación sanitaria consiste en la entrega en distintos formatos de pautas educativas relacionadas con la enfermedad en cuestión, es muy importante destacar que en las enfermedades cardiovasculares, en especial en la enfermedad coronaria, el conocimiento de los “Factores de Riesgo Coronario” verdaderos agentes causales de la enfermedad, permite tomar medidas preventivas tanto para evitar la enfermedad como para limitar su evolución e incluso (en ciertos casos) producir su regresión.

El programa de actividad física específica, se refiere a una estructura de ejercicios físicos, planificada por profesionales, diseñada a la medida de cada paciente en particular, teniendo en cuenta que no cualquier actividad física hace bien, sin olvidar nunca que estamos tratando pacientes cardiovasculares.

Para lograr los efectos terapéuticos buscados dentro de un marco apropiado de seguridad, se deben considerar, la frecuencia de trabajo (de tres a cinco días por semana), la intensidad (en promedio 2.200 Kcal. por semana), el tipo de ejercicio (aeróbico, mayormente dinámico), el tiempo a emplear (20 a 60 minutos según el caso), y finalmente la duración del trabajo en RHCV que debe ser durante “toda la vida del paciente”.

Aquí es muy importante destacar, que los efectos terapéuticos de la RHCV se mantienen mientras la misma se practica, no existen efectos residuales, el abandono de hábitos tóxicos como la mala alimentación, el cigarrillo, el sedentarismo, la actitud de vida beligerante y conflictiva entre muchos otros factores de riesgo cardiovascular, sumados a los efectos físicos, psíquicos y metabólicos de la actividad física regular solo ocurren cuando justamente se practican con regularidad y método, por lo tanto la única forma de lograr beneficios a largo plazo es asumiendo el problema en toda su real magnitud y haciendo realmente efectivo un cambio de estilo de vida que incorpore a el tratamiento de RHCV como parte indispensable para vivir mucho más y mejor.

Finalmente el sistema de control medico se refiere no solo a la supervisión de eventuales complicaciones, sino a un cercano y amigable control de los cambios buscados, monitoreo del uso de drogas y ajuste de todas las actividades según transcurren los años y la evolución de la enfermedad.

El control medico, es efectuado por el Profesional Cardiólogo al frente del Programa de RHCV y por todos los agentes de salud que deben estar involucrados en este tratamiento (Prof. en Educación Física, Kinesiólogos, Nutricionistas, Terapeutas Ocupacionales, Psicólogos, Instructores de Yoga, etc.).

Efectuada la RHCV con las condiciones que se han descrito anteriormente, se podrán lograr la mayoría de los efectos de la misma. Así entonces un paciente cardiovascular podrá:

Disminuir su presión arterial tanto la tensión arterial máxima como la mínima.

Mejorar su perfil lipídico disminuyendo su colesterol total, colesterol malo (LDL) y triglicéridos, aumentando el colesterol bueno (HDL).

Cambiar peso graso por peso magro, mejorando la calidad y distribución de la grasa corporal disminuyendo su perímetro de cintura y peso corporal (importantísimos factores de riesgo coronarios).

Mejorar la capacidad funcional (capacidad física) pudiendo hacer más trabajo con menor esfuerzo cardiovascular, siendo el aumento de la capacidad funcional un valioso predictor del riesgo cardiovascular futuro.

Disminuir los síntomas de insuficiencia coronaria (angina de pecho), mejorando la irrigación de áreas del músculo cardiaco anteriormente amenazadas, estimulando la apertura de vasos colaterales y generando las condiciones que permiten a las arterias coronarias mejorar la vasodilatación ante el aumento del requerimiento de oxígeno.

Tomar menos dosis y cantidad de medicamentos cardiovasculares.

Disminuir las posibilidades de lo que en medicina llamamos “eventos duros” como ser la muerte de causa cardiovascular (mortalidad), y de nuevas complicaciones cardiovasculares, re internaciones y nuevas y complejas intervenciones, manteniendo estable su condición de salud (morbilidad).

Mejorar el estado anímico, alejando la posibilidad de síntomas de ansiedad y depresión tan comunes en quienes han sufrido un infarto agudo de miocardio.

Elevar el nivel de “Calidad de Vida” recuperando una vida plena y activa, aprendiendo a manejar positivamente los temores y la influencia de los distintos factores de riesgo cardiovascular.

Estos son solo algunos de los efectos que puede vivir quien ingresa a un Programa Integral de Rehabilitación Cardiovascular.

Si usted sufre de alguna enfermedad cardiovascular (especialmente enfermedad de las arterias coronarias) y su cardiólogo aún no lo ha derivado a un Programa de Rehabilitación Cardiovascular no lo dude, háblelo con él, infórmele de su deseo de probar este tratamiento y entonces, si su condición lo permite empezara a gozar de los enormes beneficios (tangibles e intangibles) que esta moderna practica terapéutica podrá brindarle.

Muchos “enfermos” que practican RHCV viven una vida más plena, sana y activa, que muchas personas “sanas” que no hacen nada por su salud.

Sócrates decía: “Sabio es quien sabe vivir y no el que sabe de muchas cosas” la Rehabilitación Cardiovascular lo ayudara, sin duda, a ser más “sabio” tanto para su beneficio personal como el de todas las personas que lo rodean.

Dr. Alejandro M. Gómez Monroy

Especialista Consultor en Cardiología

Ex. Presidente del Comité de Cardiología del Ejercicio FAC

Ex. Jefe del área de RHCV del HIEA y C. San Juan de Dios de La Plata

Director medico de los Institutos de Prevención y Rehabilitación Cardiovascular “Asistencia Cardiológico Integral” La Plata y City Bell. www.cardioactivo.com.ar