En relación a la programación del entrenamiento, ¿cuáles son los errores más frecuentes?

Publicado 15 de abril de 2021, 12:06

Juan José González Badillo, PhD

Juan José González Badillo, PhD

Consejero Científico

Respondió 16 de abril de 2021, 13:07

Cuando se programa un entrenamiento se suele proponer una serie de objetivos y tipos de entrenamiento que no siempre son correctos. Estas propuestas erróneas contribuyen a la confusión y a la paralización del desarrollo de la metodología del entrenamiento deportivo

Error: se propone un entrenamiento de la potencia como objetivo y a veces como fase de un ciclo de entrenamiento.

Esta propuesta es errónea porque no existe el “entrenamiento de potencia”. Esto es así porque en cada sesión de entrenamiento de fuerza se entrena la potencia. Solo mejorando la fuerza aplicada (fuerza máxima ante una misma carga) se garantiza la mejora de la potencia. Es decir, cualquier entrenamiento que tenga como efecto la mejora de la fuerza, producirá una mejora de la velocidad ante una misma carga, lo que, necesariamente, significa mejora de la potencia: mismo trabajo en menos tiempo. Por tanto, tampoco tendría sentido considerar el objetivo o la fase de “fuerza-potencia” dentro de un ciclo, muy habitual en muchas propuestas de entrenamiento. No es posible mejorar la potencia si no mejora la fuerza, y por ello, todo entrenamiento de la fuerza que produzca una mejora de la misma significará una mejora de la potencia. El desconocimiento acerca de este error es tan grave, que en publicaciones “científicas” se llega a considerar como un “hallazgo clave” que exista una alta correlación entre fuerza y potencia, y especialmente entre los cambios de la fuerza y la potencia, y por ello se llega a aconsejar, como aplicación práctica del “hallazgo”, que es muy importante mejorar la fuerza máxima si se necesita mejorar la potencia, algo obvio. Este mismo desconocimiento también lleva a proponer que las adaptaciones del sistema nervioso son distintas según se entrene la potencia o la fuerza máxima. Esto es fruto de dos errores: el desconocimiento sobre el “entrenamiento de la potencia” y el desconocimiento sobre el entrenamiento de a fuerza máxima (ver comentarios sobre este último tipo de error en unos párrafos más abajo).

Error: se propone una “fase de transferencia” en un ciclo de entrenamiento

No existe una “fase de transferencia” en un ciclo de entrenamiento, porque la transferencia se pretende o se busca desde el primer entrenamiento hasta el último, no a partir de un día concreto. ¿Qué ha ocurrido si antes de iniciar la “fase de transferencia” se ha mejorado el rendimiento? Cuando se está entrenando un ejercicio no se “transfiere” nada sobre él, simplemente se entrena dicho ejercicio. No es razonable que por voluntad de la persona que programa un entrenamiento en un día concreto se inicie un efecto de transferencia, al mismo tiempo que, también por voluntad humana, previamente a ese día no se haya producido ninguna transferencia. Este problema surge por una interpretación errónea del concepto de transferencia.

Error: se propone una “fase de fuerza explosiva” en un ciclo de entrenamiento

No existe una “fase de fuerza explosiva” en un ciclo de entrenamiento. La “fuerza explosiva” debe entenderse como producción de fuerza en la unidad de tiempo (RFD). Al igual que la transferencia, la mejora de la RFD / “fuerza explosiva” se pretende desde el primer momento del ciclo hasta el final del mismo. Siempre que se intenta aplicar la fuerza lo más rápidamente posible (alcanzar la máxima velocidad •si hay desplazamiento•, la máxima pendiente en la curva fuerza-tiempo, la máxima RFD) se entrena la RFD (“fuerza explosiva”), no a partir de un día determinado, ni durante un periodo de tiempo concreto “ordenado” por quien programa el entrenamiento.

Error: se propone una “fase de transformación de la fuerza máxima” en un ciclo de entrenamiento

No existe una “fase de transformación de la fuerza máxima” en un ciclo de entrenamiento. Las transformaciones (fisiológicas, anatómicas, técnicas…) que dan lugar al desarrollo de la fuerza han de darse desde el primer entrenamiento. No existiría entrenamiento si no existiera transformación, modificación, cambio (neural, estructural, metabólico, enzimático…) positivo o negativo. El valor de fuerza máxima alcanzado no se puede “transformar” en nada. Lo que se puede transformar es la curva fuerza-tiempo, pero esto se pretende desde el primer momento del ciclo, aunque a veces no se consiga, lo que significaría que no ha habido modificación en el rendimiento en fuerza.

Error: se propone realizar en alguna fase del ciclo “un entrenamiento de fuerza máxima”

No existe “un entrenamiento de fuerza máxima”, sino un número indeterminado de entrenamientos para la mejora de la fuerza máxima. La fuerza máxima se puede mejorar con cualquier carga de entrenamiento (aunque no todas las cargas sirvan para todos los sujetos). El problema surge de una interpretación errónea del concepto de fuerza máxima. Ante cada carga se tiene un valor de fuerza máxima o de fuerza máxima aplicada. Todo entrenamiento es necesariamente de fuerza máxima. No es posible realizar otro tipo de entrenamiento de fuerza que no sea para la mejora de la fuerza máxima, cualquiera que sea la carga con la que se entrene y la carga con la que se mida la fuerza máxima. El único objetivo posible cuando se entrena la fuerza es mejorar la fuerza máxima.

Error: se propone realizar un “entrenamiento de velocidad, pero no de fuerza máxima”

No es posible una mejora de la velocidad ante una carga sin que mejore la fuerza (fuerza máxima) aplicada ante dicha carga. Es decir, no es posible un entrenamiento de velocidad que no sea al mismo tiempo de fuerza máxima. Sólo mejorando la fuerza mejorará la velocidad.

Error: se propone un entrenamiento “balístico” frente a un entrenamiento con cargas altas o cualquier entrenamiento considerado, erróneamente, como de “fuerza máxima”.

Cuando se hable de acción “balística” se debe entender una acción en la que se trata de aplicar la fuerza lo más rápidamente posible, es decir, acción, estática o dinámica, en la que se intenta alcanzar la máxima pendiente en la curva fuerza-tiempo o máxima RFD. Si la forma de aplicación de la fuerza cumple con los requisitos indicados, el entrenamiento se podría denominar “balístico”, aunque la utilización del término no sea necesaria ni el término sea el más apropiado. Por tanto, un entrenamiento “balístico” no es el que se realiza con cargas ligeras o realizando saltos o lanzamientos, sino todo aquel en el que la RFD es la más alta posible, cualquiera que sea la carga e incluso si la acción es estática. Hay tanta contradicción en la literatura, que se habla tanto de “entrenamiento balístico” para referirse a cargas ligeras y alta velocidad de ejecución, como de “entrenamiento balístico de fuerza isométrica”, en el que no habría desplazamiento y por ello la velocidad sería igual a cero.

Error: se realiza un entrenamiento considerado como de “entrenamiento de resistencia a la pérdida de fuerza” (habitualmente se usa el término “fuerza-resistencia).

No existe o no debería existir, porque todos los entrenamientos son de resistencia a la pérdida de fuerza. La resistencia a la pérdida de fuerza se entrena con el entrenamiento o ejercicio específico, que incluye el grado específico de resistencia (oposición al movimiento). Todos los entrenamientos son de resistencia a la pérdida de fuerza. La mejora de la fuerza ante una carga, necesariamente mejora la resistencia ante esa carga. El efecto del entrenamiento sobre la resistencia se mide por los cambios en la velocidad media durante el tiempo o la distancia que dura el esfuerzo