Rendimiento del cambio de dirección en jugadores de élite de diferentes deportes de equipo

Publicado 22 de agosto de 2022, 13:34

Rendimiento del cambio de dirección en jugadores de élite de diferentes deportes de equipo

La capacidad de cambio de dirección (COD) se ha considerado un factor crítico para el éxito en muchos deportes de equipo (Dos’ Santos 2018, Nimphius 2013, Paul 2016). En el fútbol, por ejemplo, las rotaciones y los sprints con COD se encuentran entre las 3 acciones más frecuentes que preceden inmediatamente a las oportunidades de gol en una liga profesional (Faude 2012). Además, se ha demostrado consistentemente que los jugadores de élite de rugby y balonmano olímpico superan a sus pares más jóvenes y menos especializados en una serie de evaluaciones de COD (es decir, zigzag, tests de agilidad y prueba de T), lo que indica que esta cualidad física puede ser capaz de discriminar entre atletas que compiten en distintos niveles y categorías de edad (Kobal 2016, Pereira 2018). Como consecuencia de estos hallazgos e inferencias, ha surgido una literatura sobre este tema, específicamente diseñada para definir y caracterizar mejor los principales determinantes del desempeño del COD (Delaney 2015, Dos’ Santos 2017 y 2018).

De hecho, la capacidad de tomar decisiones calculadas y maniobras de COD eficientes parece ser una fuerte característica de los mejores atletas de deportes de equipo (Paul 2016). Brevemente, un simulacro de COD puede describirse como un movimiento preprogramado, donde “no se requiere una reacción inmediata a un estímulo” (Brughelli 2018). No obstante, en el contexto del juego, los cambios de dirección suelen ocurrir de manera reactiva (por ej., acciones de los oponentes o movimientos de la pelota), lo que limita parcialmente el examen de tareas planificadas previamente (Born 2016, Young 2015). Aún así, para algunos autores, una comprensión más profunda del rendimiento durante las actividades planificadas es un paso esencial hacia la implementación de prácticas de entrenamiento de la agilidad más efectivas (Nimphius 2018, Paul 2016). Lo mismo ocurre con el desarrollo de técnicas de medición específicas, especialmente aquellas capaces de “aislar” (y, en consecuencia, evaluar mejor) esta habilidad multifacética (Brughelli 2008, Sheppard 2006). Para ello, Nimphius y cols. (2016) sugirieron el cálculo del “déficit de COD”, una variable que informa el tiempo adicional necesario para ejecutar una acción de COD en comparación con el tiempo requerido para cubrir una distancia equivalente en un sprint recto. Usando este enfoque, los practicantes pueden analizar con mayor precisión la eficiencia de un atleta dado para girar o cortar un pase u oponente, al cuantificar su capacidad para usar su velocidad lineal máxima durante los esfuerzos de COD (Dos’ Santos 2018, Nimphius 2016). Curiosamente, estudios recientes sobre jugadores de múltiples deportes y niveles competitivos revelaron que los atletas más rápidos y potentes son potencialmente menos eficientes para cambiar de dirección (Freitas 2018, Loturco 2018 y 2019). Se han observado diferencias similares entre sexos, siendo los hombres (que suelen ser más fuertes y rápidos que las mujeres) los que muestran mayores déficits de COD (Hewit 2013, Pereira 2018). Sin embargo, a pesar de la creciente literatura que explora este fenómeno, todavía hay una falta de investigación que compare las magnitudes del déficit de COD entre atletas de diversas disciplinas.

Debido a que es bien sabido que las diferentes actividades de juego tienen diferentes demandas técnicas y físicas y considerando la importancia crucial de la habilidad de COD en los deportes de equipo (Dos’ Santos 2018, Nimphius 2013, Paul 2016), sería interesante investigar si una muestra variada de jugadores exhibe un mayor o menor nivel de déficit de COD. Esta información podría ayudar a los entrenadores y científicos deportivos a crear esquemas de entrenamiento más personalizados y aplicados, basados en las características particulares de cada deporte. Por lo tanto, recientemente Irineu Loturco, de la Universidad Federal de Sao Paulo (Brasil), llevó a cabo un estudio al respecto cuyo objetivo principal fue examinar las diferencias en el déficit de COD entre jugadores de élite de fútbol sala, fútbol, balonmano y rugby. Un objetivo secundario fue comparar el rendimiento en las pruebas de COD y de velocidad lineal (es decir, las medidas utilizadas en el cálculo del déficit de COD) entre todos estos deportes.

Ciento sesenta y un jugadores masculinos de élite de 4 deportes de equipo realizaron una velocidad de sprint lineal de 20 m y una prueba de velocidad de COD en zigzag. El déficit de COD se calculó como la diferencia entre las velocidades de la prueba lineal y la de en zigzag. Las diferencias en la velocidad de COD, el déficit de COD y la velocidad de sprint se evaluaron mediante un análisis de varianza de 1 vía. El nivel de significación se fijó en p <0.05.

Los jugadores de fútbol mostraron un rendimiento significativamente más bajo que los demás deportes de equipo, y los jugadores de rugby se desempeñaron mejor que todos los demás grupos en la prueba de COD en Zigzag. Además, el déficit de COD fue significativamente mayor en los futbolistas en comparación con las demás disciplinas (p <0.05). No se observaron diferencias en el déficit de COD entre jugadores de rugby, fútbol sala y balonmano (p >0.05).

En resumen, los jugadores de fútbol fueron más lentos que los jugadores de fútbol sala, balonmano y rugby para cambiar de dirección y presentaron la mayor magnitud del déficit de COD. Por el contrario, los atletas más rápidos en la prueba de velocidad de COD (jugadores de rugby) no fueron más efectivos que los jugadores de fútbol sala y balonmano en el cambio de dirección (ya que exhibieron niveles similares de déficit de COD). Los entrenadores deben ser conscientes de esta evidencia, que refuerza los hallazgos anteriores, lo que indica que se pueden requerir estrategias de entrenamiento muy especializadas para mejorar el rendimiento de COD en atletas profesionales.

Aplicaciones prácticas

Los atletas de élite de diferentes deportes de equipo presentan magnitudes sustanciales de déficit de COD en relación con su velocidad lineal máxima. Entre ellos, los jugadores de fútbol parecen ser el grupo más ineficiente para cambiar de dirección (es decir, mayores déficits de COD). Es importante destacar que también son más lentos que los jugadores de fútbol sala, balonmano y rugby en la prueba de velocidad de COD en zigzag. Esto sugiere que la "combinación" de estrategias de entrenamiento o incluso la frecuencia de las sesiones de entrenamiento aplicadas durante la temporada de fútbol pueden no ser las más efectivas para mejorar adecuadamente la capacidad de COD en los jugadores de fútbol de élite. Por el contrario, los jugadores de rugby son más rápidos que todos los demás grupos cuando cambian de dirección, lo que probablemente esté relacionado con su rutina de entrenamiento de fuerza, velocidad y potencia más extensivo e intenso. Sin embargo, en comparación con los jugadores de fútbol sala y balonmano, los jugadores de rugby presentan niveles similares de déficit de COD. Juntos, estos datos indican que las prácticas de entrenamiento actuales en los deportes de equipo profesionales, especialmente en el fútbol, deben revisarse y tal vez ajustarse para incluir enfoques de entrenamiento más amplios. Debido a que los cambios de dirección juegan un papel clave en estos deportes, los entrenadores y los científicos del deporte deberían centrarse más explícitamente en desarrollar e implementar esquemas innovadores de entrenamiento de la velocidad, mejor adaptados y, principalmente, integrados al contexto del juego. En este sentido, la ejecución constante de ejercicios de desaceleración, aceleración y reaceleración, así como el uso de entrenamiento de la fuerza excéntrica y chalecos lastrados, pueden ser muy recomendables (MacAdam 2019, Rey 2017, Turki 2020). Sin duda, estas prácticas deben combinarse adecuadamente con otros métodos de entrenamiento convencionales (por ej., entrenamiento de la fuerza, sprints resistidos y ejercicios pliométricos) y distribuirse con frecuencia a lo largo de todo el entrenamiento y la temporada competitiva.