Comparación electromiográfica de las diferencias de sexo durante la sentadilla trasera

Publicado 21 de septiembre de 2022, 13:30

Comparación electromiográfica de las diferencias de sexo durante la sentadilla trasera

La Academia Nacional de Medicina Deportiva describe un desequilibrio muscular como una longitud irregular de los músculos alrededor de una articulación que causa disfunción en la articulación (Clark 2018). Las alteraciones en la longitud de los músculos hacen que algunos músculos estén hiperactivos y otros hipoactivos, lo que resulta en compensaciones del patrón de movimiento que aumentan el riesgo de lesiones en la rodilla (Clark 2018). La dominancia del cuádriceps es un desequilibrio neuromuscular donde la musculatura del cuádriceps se recluta para estabilizar la articulación de la rodilla en lugar de reclutar la cadena posterior (Hewett 2010). Este desequilibrio parece ocurrir con más frecuencia en atletas femeninas que en atletas masculinos y se cree que contribuye a la alta tasa de lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA) en mujeres (Arendt 1995, Hewett 1996, 2006 y 2010).

Dos estudios compararon la activación muscular de las cadenas anterior y posterior entre hombres y mujeres durante una sentadilla con una sola pierna. El análisis de electromiografía (EMG) indicó que las atletas femeninas recreativas y universitarias usan una activación muscular significativamente mayor en los cuádriceps para la estabilización de la articulación de la rodilla que sus contrapartes masculinas (Yondas 2007, Zeller 2003). Se ha sugerido que el mayor uso de los cuádriceps para estabilizar la rodilla durante una posición de apoyo con una sola pierna puede generar una mayor cantidad de fuerza de roce en el LCA y dar como resultado una mayor tasa de lesiones de rodilla (Yondas 2007). Hewett y cols. sugieren que para corregir la dominancia del cuádriceps en las mujeres y reducir la tasa de lesiones del LCA, se deben diseñar programas de entrenamiento para optimizar la activación y el fortalecimiento de la cadena posterior.

La sentadilla trasera tradicional se usa con frecuencia en los programas de entrenamiento para activar y fortalecer tanto la cadena anterior como la posterior (Haff 2016). Se ha demostrado que hombres y mujeres adoptan diferentes patrones de movimiento durante la sentadilla trasera tradicional, lo que podría iniciar la activación de diferentes músculos durante la ejecución de la sentadilla y tener implicaciones en la prescripción del ejercicio (McKean 2012, Zuzulak 2005). Actualmente, se desconoce la explicación fisiológica de esta disparidad porque el análisis del estudio antes mencionado se limitó a las variables cinemáticas de la sentadilla trasera y los informes sobre los patrones de activación muscular de las mujeres durante la sentadilla trasera tradicional son escasos (Contreras 2016). Lynn y Noffal (2012) compararon la actividad muscular entre hombres y mujeres entrenados recreativamente (23 años) e informaron una mayor activación muscular en la cadena posterior de las mujeres en comparación con los hombres durante una sentadilla regular y equilibrada. Sin embargo, las sentadillas estaban limitadas a cargas que podían sostenerse a 90° de flexión con los hombros, lo que limitaba la capacidad de sobrecarga del patrón de movimiento de la sentadilla. Debido a que estos resultados contradicen los de Yondas y cols. (2007) y Zeller y cols. (2003), se requiere más investigación sobre las diferencias de la actividad muscular entre hombres y mujeres.

Los datos de actividad muscular permiten a los profesionales prescribir ejercicios basados en músculos aislados durante un movimiento. A pesar de su amplio uso en programas de entrenamiento, existen pocos datos sobre las diferencias de actividad muscular de hombres y mujeres en la sentadilla trasera. Por lo tanto, recientemente, el Dr. Kelton Mehls, de la Walsh University (EEUU), llevó a cabo un estudio al respecto cuyo propósito de fue comparar las diferencias de activación muscular en los músculos vasto lateral (VL), vasto medial (VM), recto femoral (RF), glúteo mayor (GM), semitendinoso (ST) y bíceps femoral (BF) entre hombres y mujeres recreativamente activos durante una sentadilla trasera tradicional usando EMG. Se planteó la hipótesis de que las mujeres mostrarían una cantidad relativamente mayor de activación muscular en la cadena anterior para completar la sentadilla trasera tradicional en comparación con los hombres.

Este estudio evaluó las diferencias de la actividad muscular (usando electromiografía de superficie) en hombres y mujeres durante unasentadilla tradicional con una carga prescrita para obtener ganancias de fuerza. Los hombres (n = 14) y las mujeres (n = 14) entrenados en fuerza realizaron 3 series de 4 repeticiones en la sentadilla trasera tradicional usando el 85% de su máximo de 1 repetición previa a la prueba. Se recopilaron datos de actividad muscular para 6 músculos, incluidos el vasto lateral, el vasto interno, el recto femoral, el glúteo mayor, el semitendinoso y el bíceps femoral (BF).

Los t-tests de muestras independientes revelaron una actividad muscular normalizada significativamente mayor en los hombres en el músculo BF durante la fase descendente de la sentadilla trasera. No hubo otras diferencias en la actividad muscular entre hombres y mujeres.

Estos resultados indican que los hombres activan el músculo BF durante la sentadilla trasera tradicional en mayor medida que las mujeres. Para las mujeres, puede ser necesario considerar otros ejercicios para estimular y fortalecer de manera óptima el músculo BF durante el entrenamiento de la fuerza.

Aplicaciones prácticas

Estos hallazgos indicaron que las mujeres recreativamente activas tienen significativamente menos activación del músculo BF durante la fase descendente de la sentadilla tradicional trasera en comparación con los hombres recreativos activos. Los entrenadores deben considerar esta información al seleccionar ejercicios de fortalecimiento para apuntar a los músculos de la cadena posterior. Seleccionar ejercicios de asistencia para atletas femeninas que aíslen el BF puede ser un mejor enfoque para el fortalecimiento de la cadena posterior en las mujeres que la sentadilla tradicional trasera.