Resumen
Fondo
El cáncer de mama (BCa) y de próstata (PCa) son dos de los cánceres más comunes pero que pueden sobrevivir. Un componente importante de la supervivencia que se ve afectado por el tratamiento a largo plazo es la disminución de la calidad de vida (CdV). El ejercicio supervisado mejora la calidad de vida y los resultados posteriores, pero no es accesible para todos los supervivientes. Además, muchos factores influyen en la calidad de vida, incluida la actividad física (AF), la aptitud cardiorrespiratoria (CRF), la función física y la fatiga. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve la necesidad de aumentar el acceso al ejercicio más allá de las instalaciones de ejercicio supervisadas. El ejercicio en el hogar puede proporcionar una alternativa viable para los sobrevivientes de cáncer, especialmente para quienes viven en comunidades rurales.
Objetivos
El objetivo principal es investigar los efectos del entrenamiento físico en el hogar (preentrenamiento versus posentrenamiento) sobre la calidad de vida en BCa/PCa. Un objetivo secundario es investigar la AF, la CRF, la función física y la fatiga y los posibles moderadores (edad, tipo de cáncer, duración y tipo de la intervención). Fueron elegibles para su inclusión los ensayos de ejercicios en el hogar (diseño cruzado aleatorio o cuasiexperimental) con adultos (de 18 años de edad o más) sobrevivientes de cáncer de mama o de próstata (que actualmente no reciben quimioterapia o radioterapia).
Fuentes de datos
Se buscaron en bases de datos electrónicas (inicio: diciembre de 2022) estudios que incluyeran adultos sobrevivientes de BCa o PCa (que actualmente no reciben quimioterapia/radiación), al menos una calidad de vida medida y que se sometieran a entrenamiento físico no supervisado en el hogar.
Métodos de valoración y síntesis.
Inicialmente se identificaron 819 estudios, de los cuales se extrajeron 17 estudios (20 efectos) que involucraron a 692 participantes. Los tamaños del efecto se calcularon como diferencias de medias estandarizadas (DME). Los datos se combinaron utilizando un modelo de 3 niveles con estimación de máxima verosimilitud restringida. Se utilizó la DME agrupada para evaluar la magnitud del efecto, donde <0,2, 0,2, 0,5 y 0,8 se definieron como trivial, pequeño, moderado y grande, respectivamente.
Resultados
El ejercicio en el hogar resultó en pequeñas mejoras en la calidad de vida (SMD = 0,30, IC del 95 %: 0,01, 0,60, p = 0,042), AF (SMD = 0,49, IC del 95 % 0,26, 0,75, p <0,001) y CRF (SMD = 0,45 , IC del 95%: -0,01; 0,91; p = 0,056). La función física (DME = 0,00; IC del 95 %: -0,21; 0,21; p = 1.000) y la fatiga (DME = -0,61; IC del 95 %: -1,53; 0,32; p = 0,198) no cambiaron.
Conclusiones
El ejercicio en el hogar produce pequeñas mejoras en la calidad de vida en los sobrevivientes de BCa/PCa, independientemente del tipo de cáncer, la duración y el tipo de la intervención o la edad. El ejercicio en el hogar también mejora la AF y la CRF, mejorando la supervivencia. Por lo tanto, el ejercicio en el hogar es una opción alternativa eficaz para mejorar la calidad de vida de los sobrevivientes de BCa y PCa, especialmente para aquellos que viven en comunidades rurales o carecen de acceso a instalaciones para hacer ejercicio.
1. Introducción
Las tasas de supervivencia de mama (BCa) y próstata (PCa), los dos cánceres no dermatológicos más comunes, son altas: 98 y 90% (1), respectivamente. Sin embargo, de los 7,5 millones de supervivientes estimados de BCa y PCa (2), muchos se ven afectados por una calidad de vida (CdV) disminuida. La evidencia demuestra que las disminuciones en la calidad de vida (3–8) se puede atribuir a los efectos secundarios relacionados con el cáncer y el tratamiento del cáncer (9–11), incluido un aumento de la fatiga (11,12) y reducciones posteriores de la actividad física (13,14) (PA), función cardiorrespiratoria (15) (CRF) y función física (16). Un enfoque para combatir la reducción de la calidad de vida es el entrenamiento con ejercicios supervisados. Además, se sabe que el ejercicio supervisado disminuye la fatiga (11,12), puede potencialmente aumentar la PA (13,14), CRF (15) y función física (16), y mejora la calidad de vida (5–8). Sin embargo, el ejercicio supervisado no siempre es factible debido a muchos desafíos a nivel ambiental y de comportamiento (17–19). Las barreras comúnmente reportadas para la participación en el ejercicio incluyen la falta de acceso a instalaciones para hacer ejercicio, el tiempo para desplazarse a las instalaciones para hacer ejercicio en función de los horarios de trabajo o de tratamiento, las disparidades de salud (falta de recursos en áreas socioeconómicas bajas) y residir en una comunidad rural (17–19). La importancia de estas barreras se ha enfatizado particularmente a raíz de la pandemia de COVID-19 (20). Alternativamente, el ejercicio domiciliario sin supervisión puede minimizar la probabilidad de que las barreras antes mencionadas impidan el inicio y la adherencia al ejercicio en los supervivientes de BCa y Pca. Sin embargo, aún se desconoce el efecto del ejercicio no supervisado en el hogar sobre la calidad de vida y otros resultados como la AF, la IRC, la función física y la fatiga.
La forma más sólida de evidencia para guiar el desarrollo de políticas, incluida la prescripción de ejercicio, son los hallazgos metanalíticos (21,22). Si bien los metanálisis anteriores apoyan el uso de ejercicio supervisado para mejorar la calidad de vida en los supervivientes de BCa y PCa (23–25), dicho apoyo no está disponible para el ejercicio no supervisado. El ejercicio no supervisado en el hogar es una estrategia potencialmente ventajosa para los sobrevivientes de BCa/PCa que viven en comunidades rurales o carecen de acceso a capacitación supervisada. Hay varias consideraciones importantes al realizar un metanálisis de este tipo, incluida la necesidad de tener en cuenta las dependencias del tamaño del efecto y los posibles moderadores del efecto. Con respecto a la consideración anterior, se ha utilizado una variedad de instrumentos para cuantificar la calidad de vida, incluido FACT-B (26), HECHO-G (27), HECHO-P (28), SF-36 (29), IBCSG (30), EORTC (31), PORPUS (32), SLP (33). Algunos estudios han utilizado más de una de estas herramientas, lo que significa que es necesario tener en cuenta múltiples efectos anidados dentro de un estudio determinado. No existe una prescripción de ejercicio estandarizada para los sobrevivientes de BCa/PCa, lo que lleva a estudios con una variedad de duraciones de entrenamiento y tipos de ejercicio que complican aún más las comparaciones de los estudios. Se pueden realizar ajustes para los efectos anidados mediante el metanálisis de 3 niveles, que calcula el tamaño general del efecto y al mismo tiempo tiene en cuenta la varianza entre los estudios (Nivel 3 tau2), varianza entre los tamaños del efecto extraídos del mismo estudio (Nivel 2 tau2) y varianza muestral (nivel 1 tau2) (34). El modelo de 3 niveles también puede evaluar si los instrumentos de calidad de vida moderan el efecto y, por lo tanto, tener en cuenta la varianza de nivel 2 y 3, y probar moderadores adicionales que pueden ayudar a explicar la varianza de nivel 3. Los moderadores potenciales importantes incluyen la duración de la intervención y la forma de las prescripciones de ejercicio (frecuencia, intensidad, tiempo y tipo). El examen de los grupos de control estuvo fuera del alcance de este metanálisis. Sin embargo, adoptar un enfoque metanalítico de 3 niveles nos permitirá consolidar la literatura existente de manera más efectiva para guiar las recomendaciones de ejercicio para los sobrevivientes de BCa/PCa. Además, en un modelo de 3 niveles también podemos tener en cuenta la varianza debida a posibles moderadores como la edad o el tipo de cáncer.
Finalmente, las pautas actuales del Colegio Americano de Medicina Deportiva recomiendan realizar 150 minutos de actividad física aeróbica de moderada a vigorosa y entrenamiento de resistencia al menos 2 días por semana (35,36). Por lo tanto, al comparar los efectos del ejercicio no supervisado en el hogar, la consideración de la prescripción de ejercicio también es clave para informar las recomendaciones posteriores y la práctica actual. Debemos considerar el tipo (es decir, entrenamiento aeróbico, de resistencia o combinado), la frecuencia (es decir, días por semana) y la duración de la intervención de ejercicio (es decir, número de semanas) al comparar el efecto del ejercicio en sobrevivientes de BCa/PCa. .
1.1 Objetivo
El objetivo principal de este estudio fue examinar el efecto del ejercicio domiciliario sobre la calidad de vida en los supervivientes de BCa/PCa. Los objetivos secundarios fueron examinar el efecto del ejercicio en el hogar sobre la AF, la IRC, la función física y la fatiga. Además, se realizaron análisis exploratorios para examinar posibles diferencias en el tipo de cáncer (BCa vs. PCa), duración del estudio (≤ 12 semanas o ≥ 13 semanas), edad (≤ 59 años o ≥ 60 años), tipo de ejercicio (aeróbico, entrenamiento de resistencia, combinado u otro) y tipo de evaluación.
2. Métodos
Este metanálisis se llevó a cabo de acuerdo con las pautas PRISMA (Elementos de informes preferidos para revisiones sistemáticas y metanálisis) y se registró en PROSPERO.
2.1 Fuentes de datos y búsquedas
Dos autores (LB, KM) realizaron búsquedas en bases de datos electrónicas (PubMed, Embase, Scopus, SPORTDiscus y Google Scholar) utilizando la búsqueda: (prostate cancer OR próstata tumor OR próstata neoplasia OR próstata malignidad OR mama cáncer OR mama tumor OR mama malignidad O cáncer hormonal) Y (calidad de vida O movimiento funcional O actividades de la vida diaria O cronometrado y listo O prueba de caminata de 6 minutos O marcha O equilibrio O función física O actividad física O fatiga) Y (ejercicio en el hogar O entrenamiento de ejercicios en el hogar O ejercicio en casa O ejercicio sin supervisión O ejercicio en casa O caminar). También se examinaron las listas de referencias de todos los ensayos identificados y las revisiones o editoriales relevantes. La búsqueda se limitó a estudios en inglés publicados entre su inicio y diciembre de 2022.
2.2 Selección de artículos
A los efectos de este metanálisis, el término «artículo» se utiliza como sinónimo de «estudio» y «ensayo» es la unidad incluida en el metanálisis. Un artículo determinado puede haber dado lugar a más de un «ensayo» elegible si el artículo incluía más de un grupo de intervención. Inicialmente, se examinaron los títulos y resúmenes de los artículos para determinar su relevancia. Se obtuvo el texto completo de los artículos potencialmente elegibles para revisar la elegibilidad para su inclusión. Se utilizaron los siguientes criterios para seleccionar los ensayos para su inclusión en la revisión: i) Inclusión de participantes: adultos (de 18 años o más), ii) sobrevivientes de cáncer (es decir, que actualmente no reciben quimioterapia o radioterapia), iii) cáncer de mama o de próstata sobrevivientes (definiremos supervivencia como poscirugía y/o que ya no se someten a quimioterapia o radioterapia) y exclusión: i) menores de 18 años, ii) entrenamiento físico supervisado y/o entrenamiento físico grupal, iii) paciente con cáncer actualmente en tratamiento de quimioterapia o radiación.
En los ensayos con múltiples brazos de tratamiento y un solo grupo de control, el tamaño de la muestra del grupo de control se dividió por el número de grupos de tratamiento para evitar una inflación excesiva del tamaño de la muestra. Se excluyeron publicaciones repetidas de los mismos estudios. Dos investigadores (LB, KM) completaron la selección de estudios de forma independiente.
2.3 Extracción de datos y evaluación de la calidad
Los datos extraídos de cada ensayo elegible incluyeron información bibliográfica (autor, año de publicación), características iniciales de los participantes, detalles de las intervenciones y resultados de los resultados informados. La calidad del estudio se evaluó utilizando la herramienta de evaluación de la calidad del estudio de los NIH (37) y RoB2: herramienta Cochrane revisada de riesgo de sesgo para ensayos aleatorios (rango 1 a 3), que incluye elementos relacionados con la aleatorización, desviaciones de las intervenciones previstas, datos faltantes, medición del resultado, selección del resultado informado y evaluación general. inclinación (38). Debido a que es difícil (si no imposible) cegar a los participantes a una intervención de ejercicios, se consideró el cegamiento del operador a la evaluación de resultados como un criterio de calidad. Dos autores (LB, SR) completaron la extracción de datos, la evaluación de la calidad y el escrutinio de las intervenciones de ejercicio.
2.4 Síntesis de datos
Para cada resultado de interés, los valores previos y posteriores a la intervención (media y desviación estándar) se ingresaron en una hoja de cálculo. Cuando no se publicaron las diferencias de medias y las desviaciones estándar asociadas, se estimaron a partir de los valores previos y posteriores a la intervención según los métodos del Manual Cochrane para revisiones sistemáticas de intervenciones. Para los estudios que informaron múltiples momentos, solo se utilizó el último momento en los análisis. Los resultados primarios del estudio fueron CdV, PA, CRF (VO2), función física y variables de fatiga. Dos autores recopilaron datos de forma independiente mediante la revisión de la literatura y luego compararon los resultados (LB y SR o KE o CS). Un autor (LS) realizó la agregación y el cálculo de los resultados finales.