Desentrenamiento: Pérdida de las Adaptaciones Fisiológicas y de Rendimiento Inducidas por el Entrenamiento - Parte 2

Iñigo Mujika y Sabino Padilla

Department of Research and Development, Medical Services, Athletic Club of Bilbao, Basque Country, España.

Artículo publicado en el journal PubliCE, Volumen 0 del año 2000.

Publicado 3 de noviembre de 2011

INTRODUCCION

En la primera parte de esta revisión breve, publicada en la edición anterior de Sports Medicine, [1] se definió la nomenclatura relacionada a la literatura del desentrenamiento y se analizaron las características del desentrenamiento de corta duración (menos de 4 semanas de estímulo de entrenamiento insuficiente). Esta parte II abordara el desentrenamiento de larga duración (más de 4 semanas de estímulo de entrenamiento insuficiente). Manteniendo la misma estructura de la parte anterior, nos centraremos en los efectos cardiorrespiratorios, metabólicos, musculares y hormonales de la interrupción del entrenamiento, tanto en los atletas altamente entrenados como en individuos recientemente entrenados. Además, se revisará brevemente la literatura disponible sobre retención de adaptaciones inducidas por el entrenamiento y se discutirán diferentes estrategias para limitar el impacto negativo de un estímulo de entrenamiento insuficiente.

DESENTRENAMIENTO CARDIORRESPIRATORIO DE LARGA DURACIÓN

Consumo de Oxígeno Máximo 

Se ha demostrado que los atletas altamente entrenados de diferentes deportes experimentan una disminución de 6 a 20% en el consumo de oxígeno máximo (VO2máx) durante la interrupción del entrenamiento de larga duración [2, 9]. El VO2máx disminuye progresivamente y proporcionalmente al VO2máx del estado entrenado durante las 8 semanas iniciales, pero a partir de allí se estabiliza en un nivel mayor [2, 4, 5] o igual [3] al de los individuos controles sedentarios.

La mayoría de los estudios en individuos recientemente entrenados indican un regreso completo del VO2máx a valores previos al entrenamiento después de una inactividad de largo plazo, [10, 15] pero también se han informado varios grados de retención de aumentos inducidos por el entrenamiento [16,17] 

Volumen Sanguíneo

Los efectos de la interrupción del entrenamiento de larga duración sobre el volumen de sangre de atletas entrenados no han sido reportados, pero como lo indicamos en la parte 1 de esta revisión, [1] unos pocos días de interrupción del entrenamiento son suficientes para inducir una reducción en el volumen de sangre total y de plasma [18, 21].

En individuos jóvenes y sedentarios, 8 semanas de actividad física limitada produjeron disminuciones de 4 y 3,1% en los volúmenes de sangre  total y de plasma, respectivamente [22]. 

Frecuencia Cardíaca 

Se ha informado que la frecuencia cardíaca máxima aumenta en un 5% después de 84 días de interrupción de entrenamiento en los atletas entrenados en resistencia [4]. Además, el ejercicio de intensidad submáxima produce una respuesta de frecuencia cardíaca más alta luego de 5 a 23 semanas de inactividad [2, 3, 5, 6, 23, 24] y la frecuencia cardíaca de recuperación después de una tarea de ejercicio estandarizada aumenta progresivamente con el tiempo de inactividad [23]. Una mayor frecuencia cardíaca submáxima, junto con una menor duración de la fase de contracción isovolumétrica en reposo, sugieren un mayor tono simpato-adrenérgico en el estado desentrenado [2].

La frecuencia cardíaca máxima de individuos recientemente entrenados no sería afectada por la interrupción del entrenamiento de larga duración [10, 13] por otra parte, se han informado efectos de reversión parciales o completos en la frecuencia cardíaca en reposo [10, 15] y en la frecuencia cardíaca submáxima durante el ejercicio [15, 25, 26]. 

Volumen Sistólico 

Según Pavlik et al., [7] la interrupción de larga duración del entrenamiento regular produce un mayor índice de volumen sistólico en reposo (mL/latido/m2) y una mayor fracción de eyección en ciclistas de ruta. Por otro lado, se ha informado que el volumen sistólico del ejercicio vertical disminuye progresivamente 14 a 17% durante 8 a 12 semanas de inactividad [4, 6].

El único informe disponible sobre individuos moderadamente entrenados indica una reducción de 3,9% en el volumen sistólico después de 6 meses de inactividad posteriores a 15 semanas de entrenamiento [11].

Gasto Cardíaco 

Se ha demostrado que el índice cardíaco (L/m2/min) de ciclistas desentrenados aumenta en reposo como resultado del aumento en el índice de volumen sistólico [7]. Durante el ejercicio vertical, el gasto cardíaco máximo no disminuye más allá del 8% registrado en las 3 primeras semanas de inactividad, [4], pero los valores submáximos representan porcentajes cada vez más altos del máximo durante 84 días sin entrenamiento [5]. El ejercicio submáximo en posición supina provoca gastos cardíacos ligeramente más altos, pero significativos, después de 8 semanas de interrupción del entrenamiento [6].

También se ha observado que el gasto cardíaco durante el ejercicio disminuye 6,9% durante la interrupción del entrenamiento de larga duración en individuos recientemente entrenados [11] 

Dimensiones Cardiacas

Martin et al. [6] informaron que la dimensión del ventrículo izquierdo al final de la diástole de individuos entrenados durante la realización de ejercicios verticales disminuyó paralelamente con el volumen sistólico durante 8 semanas de interrupción del entrenamiento. Durante el mismo período, el espesor de la pared posterior del ventrículo izquierdo disminuyó progresivamente un 25%, pero la masa del ventrículo izquierdo no cambió después de la disminución inicial (3 semanas). Por otro lado, Giannattasio et al. [27], observaron una disminución en el índice de masa ventricular izquierdo que alcanzó el nivel observado en condiciones de sedentarismo en sujetos que habían sido atletas después de 5 años sin entrenamiento, y Pavlik et al [7], no observaron ningún cambio en el espesor de la pared ni en el diámetro interno ventricular durante 60 días de inactividad. Las presiones arteriales medias y sistólicas aumentaron junto con la resistencia periférica total durante un período de 9 a 12 semanas sin entrenamiento [6, 24], pero también se reportó que no se observaron cambios en los valores de la presión sanguínea [3].

La reducción en la presión arterial inducida por el entrenamiento se revierte dentro de 12 semanas sin entrenamiento en individuos moderadamente entrenados [15]. 

Función Ventilatoria 

La función ventilatoria se ve afectada en individuos altamente entrenados después de la interrupción del entrenamiento de larga duración. De hecho, el volumen ventilatorio máximo disminuye aproximadamente 10 a 14% [2, 3, 9] y el equivalente ventilatorio aumenta notablemente durante el ejercicio submáximo [3, 5, 23], mientras que el pulso de O2 disminuye [3]. Además, se ha demostrado que la respuesta ventilatoria a la hipercapnia aumenta después de 2 años sin entrenamiento [9].

Efectos similares a la interrupción del entrenamiento sobre los volúmenes ventilatorios máximos [10, 11, 15] y submáximos [25], equivalentes ventilatorios [10,11] y pulso de O2 [10]se han observado en individuos recientemente entrenados.

Rendimiento De Resistencia 

Se ha demostrado que el rendimiento de nado disminuye durante el período de inactividad entre 2 temporadas de entrenamiento [28]. Además, se ha demostrado que el tiempo de ejercicio hasta el agotamiento disminuye 24% luego de 5 semanas de interrupción del entrenamiento en jugadores de fútbol, [2] y que el consumo de oxígeno de atletas de resistencia entrenados aumenta significativamente durante el ejercicio .submáximo [3,5].

La reversión significativa o completa de los aumentos en el rendimiento inducidos por el entrenamiento, también se observa en individuos recientemente-entrenados durante inactividad de larga duración  [10, 11, 14, 15].

En la Tabla 1 se presenta un resumen de los cambios cardiorrespiratorios que caracterizan al desentrenamiento de larga duración.


Tabla 1. Estudios sobre las características cardiorrespiratorias producidas por el desentrenamiento de larga duración. ↓=disminución; ↑= aumento.

DESENTRENAMIENTO METABÓLICO DE LARGA DURACIÓN

Disponibilidad y Utilización de los Sustratos

Los únicos datos disponibles sobre la respuesta metabólica frente a la interrupción del entrenamiento de larga duración en atletas altamente entrenados, demostraron valores más altos de la tasa de intercambio respiratorio durante el ejercicio, lo que indicaría una mayor utilización de carbohidratos [3, 5].

Smith y Stransky [5] informaron que no se observaron cambios en la tasa de intercambio respiratorio durante el ejercicio en un programa de 14-semanas de entrenamiento-desentrenamiento en mujeres jóvenes. Por otro lado, Fournier et al. [13] observaron disminuciones significativas durante 3 meses de entrenamiento y una reversión parcial durante los 6 meses subsiguientes de inactividad en varones adolescentes. Más aún, los efectos inducidos por el entrenamiento sobre la lipólisis estimulada por la adrenalina (epinefrina) [17] y las lipoproteínas de alta densidad [26] revierten completamente en 7 a 12 semanas sin entrenamiento.

Cinética del Lactato Sanguíneo

Se han reportado aumentos en los niveles del lactato sanguíneo durante el ejercicio submáximo a las mismas intensidades absolutas y relativas en jugadores de fútbol, corredores de resistencia y ciclistas después de 9 a 12 semanas sin entrenamiento [5, 24]. Además, el umbral del lactato se alcanzó en un porcentaje de VO2máx más bajo, en la condición de desentrenamiento [5,7] pero aún era mayor que el de individuos del grupo control sin entrenamiento [5].

Resultados similares se han observado en individuos recientemente entrenados [16, 26].

Glucógeno Muscular 

Aunque en la literatura no se dispone de datos específicos sobre la respuesta del glucógeno muscular en individuos entrenados, durante la inactividad de larga duración, los estudios de desentrenamiento de corta duración han demostrado un retorno rápido del glucógeno muscular a los valores controles [29, 30].

La Tabla 2 presenta una recopilación de las características metabólicas del desentrenamiento de larga duración.


Tabla 2. Estudios sobre las características metabólicas durante el desentrenamiento de larga duración.↓= Disminución; ↑= Aumento.

DESENTRENAMIENTO MUSCULAR DE LARGA DURACIÓN

Capilarización Muscular 

Coyle et al. [4] observaron ausencia de cambios en la capilarización en atletas entrenados en resistencia después de 12 semanas de interrupción del entrenamiento. Además, los valores seguían siendo 50% superiores a los de los individuos del grupo control. Sin embargo, estos resultados no coinciden con los resultados de Houston et al. [31] y Bangsbo y Mizuno [32], quienes observaron una disminución en la capilarización después de sólo 2 a 3 semanas sin entrenamiento. 

Como se indicó en la Parte 1 [1], la densidad capilar recientemente aumentada retorna a los valores de la línea de base, luego de  tan solo 4 semanas de interrupción del entrenamiento [12].

Diferencia de Oxígeno Arterial-Venoso 

La disminución en la diferencia de oxígeno arterial-venoso del 8,4% sería la responsable de la reducción de 9% en el VO2máx observada entre 3 y 12 semanas después de la interrupción del entrenamiento en atletas de resistencia [14]. 

Nivel de Mioglobina

Al igual que durante la inactividad de corta duración, la inactividad de larga duración no parecería afectar el nivel de mioglobina muscular del gastrocnemio en los individuos entrenados [4].

Actividades Enzimáticas 

Se ha demostrado que la actividad de las enzimas oxidativas, entre las que se incluyen la citrato sintetasa,, β-hidroxiacil-CoA deshidrogenasa, malato deshidrogenasa y succinato deshidrogenasa, disminuiría entre 25 y 40% después de 4 a 12 semanas de interrupción del entrenamiento en corredores de resistencia y ciclistas altamente entrenados [4, 5, 33], jugadores de rugby [8] y jugadores de fútbol adolescentes [34], pero a partir de allí se mantendría estable, con valores significativamente mayores a los de la condición sedentaria [4,33]. Notablemente, mientras que los niveles de las enzimas mitocondriales casi disminuyeron a los niveles del desentrenamiento, en las fibras de contracción lenta (ST), los mismos se mantuvieron 50 a 80% por encima del estado desentrenado en las fibras de contracción rápida (FT) [33]. Se ha sugerido que esta reducción en las enzimas mitocondriales estaría asociada con las reducciones de larga duración observadas en el VO2máx y en la diferencia arterio-venosa de oxígeno [4,8].

Se ha demostrado que la inactividad deportiva de larga duración produce cambios variables y a veces antagónicos en los niveles de actividad de diferentes enzimas extra mitocondriales [5, 8, 33, 34]. 

Si bien se ha demostrado repetidamente que las actividades de las enzimas oxidativas en los individuos recientemente entrenados regresarían a los valores de la línea de base, después de la inactividad de larga duración, [12-14] los cambios en las enzimas glucolíticas son más heterogéneos [12, 14, 35].

Producción de ATP Mitocondrial

Los efectos de la interrupción del entrenamiento de larga duración sobre la producción de ATP mitocondrial no han sido informados en la literatura. Sin embargo, teniendo en cuenta la disminución de corta duración [36] informada en la Parte 1, [1] y la disminución mencionada previamente en las actividades de las enzimas mitocondriales, podría asumirse que durante la interrupción del entrenamiento de larga duración se produciría una marcada reducción en la producción de ATP mitocondrial.

Características de las Fibra Musculares 

El desentrenamiento de larga duración provocó un aumento en la población de fibras oxidativas en detrimento de las fibras FT en un levantador de potencia de élite [37] y en un fisiculturista [38], disminuyó la proporción de ST en un 15% en remeros [39l y no cambió la distribución de fibras en bailarines [40] y jugadores de del fútbol jóvenes [34]. También se ha informado un gran cambio de fibras FTa a fibras FTb en corredores de resistencia y en ciclistas. Además, se ha observado que las áreas trasversales de las fibras FT y ST, [8,34,37,39,41,42], la relación área FT:ST [8,38,41] y la masa muscular [8,37,38,41] disminuyeron en atletas entrenados en sobrecarga y atletas de equipo, pero en bailarinas se reportaron aumentos en el área de las fibras [40].

En individuos recientemente entrenados, luego de una interrupción del entrenamiento de larga duración, se observó un cambio de fibras ST a fibras FT [12], una reducción en las áreas transversales de las fibras [12, 35, 43] y pérdidas de masa corporal magra [25].
Rendimiento de Fuerza

Se observó que la producción de fuerza de atletas entrenados en sobrecarga disminuyó sólo 7 a 12 % durante períodos de 8 a 12 semanas de inactividad [41, 42, 44]. Esta disminución en la fuerza estaría relacionada con una menor actividad electromiográfica (EMG), [42,44] además de la disminución mencionada anteriormente en las áreas de las fibras y en la masa muscular.

Los altos porcentajes de ganancia de fuerza recientemente adquiridos, también se mantienen durante por lo menos 12 semanas a pesar de la interrupción del entrenamiento [35, 43, 45, 53]. Notablemente, se ha sugerido que es fundamental realizar acciones excéntricas en el músculo durante el entrenamiento para promover adaptaciones nerviosas al entrenamiento mayores y de mayor duración [50], y que la velocidad y la fuerza se mantienen mejor durante la interrupción del entrenamiento, si el método de entrenamiento previo se enfoca en desarrollar fuerza explosiva [47].

Las características del desentrenamiento muscular de larga duración en los individuos altamente entrenados y recientemente entrenados se resumen en la Tabla 3.


Tabla 3. Estudios sobre las características musculares del desentrenamiento de larga duración. Actividad EMG= Actividad electromiográfica; FT= Fibras de contracción rápida; ST= Fibras de contracción lenta; ↓=disminución.

DESENTRENAMIENTO HORMONAL DE LARGA DURACIÓN

Aunque se ha sugerido que la actividad simpato-suprarrenal no se vería afectada por 5 semanas de inactividad luego de una lesión [54], se afirma que habría una respuesta de catecolaminas menos eficaz por una mayor concentración de adrenalina y noradrenalina durante el ejercicio submáximo de la misma intensidad absoluta después de 12 semanas de inactividad, junto con menores concentraciones en la misma intensidad relativa.

Retención de las Adaptaciones Inducidas por el Entrenamiento

Diferentes factores, como las lesiones por sobreuso o de otro tipo, las enfermedades, los viajes para competir, las competencias de larga duración o el final de la temporada de vacaciones, pueden impedir que los atletas realicen sus ejercicios habituales y/o mantengan su nivel de intensidad habitual. En vista de los efectos negativos sobre las características fisiológicas y criterios de rendimiento inducidos por el estímulo de entrenamiento insuficiente de corta y larga duración, parecería que valdría la pena para el atleta lesionado o menos activo, realizar un programa de entrenamiento reducido o un tipo de entrenamiento alternativo (es decir entrenamiento cruzado), para evitar o reducir el desentrenamiento.

Entrenamiento Reducido 

Desde el punto de vista de la función cardiorrespiratoria, se ha demostrado que el entrenamiento reducido (tal como se definió en la Parte 1 de este trabajo de revisión [1]) es una valiosa estrategia para retener muchas de las adaptaciones inducidas por el entrenamiento, durante por lo menos 4 semanas en atletas altamente entrenados [55, 61] y durante más tiempo en los individuos moderadamente entrenados [62, 65]. De hecho, se ha reportado ausencia de cambios en los valores del VO2máx [30, 55, 58, 60, 62, 63, 65], de la frecuencia cardíaca en reposo [59, 63], máxima [30, 56, 65] y submaxima [56, 57, 59], del volumen ventilatorio [30, 56, 59], de la masa del ventrículo izquierdo [63] y del tiempo de ejercicio hasta el agotamiento [56, 57, 59, 60, 62, 65] durante períodos de entrenamiento reducido. Sin embargo, el rendimiento deportivo específico puede disminuir rápidamente en atletas altamente entrenados a pesar de las estrategias de entrenamiento reducido [30, 55, 59]

Se ha demostrado que la tasa de intercambio respiratorio aumenta ligeramente durante períodos de entrenamiento reducido [57, 59]. También se ha reportado ausencia de cambios [56, 57, 63] o aumentos [55,59] en los niveles de lactato sanguíneo y ausencia de cambio en la acción de la insulina y en los niveles de GLUT-4 [65] como resultado del entrenamiento reducido. 

Las actividades de las enzimas oxidativas [57,65], la masa magra corporal [56-59, 65, 66] y la fuerza muscular [51, 55, 57, 60] pueden mantenerse fácilmente por medio de programas de entrenamiento reducido. 

En corredores de fondo entrenados se ha reportado ausencia de variación en el nivel de testosterona, cortisol y relación testosterona:cortisol durante 3 semanas de reducción de entrenamiento [58].

Notablemente, se ha observado que cierto nivel de desentrenamiento también podría producirse durante la estación competitiva en los deportes multicomponentes como fútbol americano, en los cuales el programa de mantenimiento dentro de la temporada, no sería suficiente para retener completamente los niveles de aptitud física alcanzados al final del programa de entrenamiento pre-temporada [67]. Varios estudios han indicado que mantener la intensidad del entrenamiento durante los períodos de entrenamiento reducido y de puesta a punto (tal como se definió en la Parte 1 de esta revisión [1]) es de suma importancia para conservar las adaptaciones fisiológicas y de rendimiento inducidas por el entrenamiento [59, 64, 68-74]. Por otro lado, el volumen de entrenamiento puede reducirse en gran parte sin caer en el desentrenamiento. Esta reducción puede alcanzar 60 a 90% del volumen semanal previo, dependiendo de la duración del período de reducción del entrenamiento, tanto en los atletas altamente entrenados como en individuáis recientemente entrenados [28, 29, 57-60, 63, 69-81]. Finalmente, los informes de la literatura indican que las adaptaciones inducidas por el entrenamiento se mantienen fácilmente varias semanas durante los períodos de frecuencias de entrenamiento reducidas, pero las reducciones deben ser más moderadas en atletas (no más de 20 a 30%) que en individuos recientemente y moderadamente entrenados (hasta 50 a 70%) [55, 56, 62, 65, 66, 69, 70, 72, 73, 82].

Los lectores pueden encontrar datos adicionales sobre las consecuencias fisiológicas y de rendimiento de períodos de estímulo de entrenamiento reducido (es decir entrenamiento y puesta a punto reducidos) en otras publicaciones [69, 70, 72, 73].

Entrenamiento Cruzado

El entrenamiento cruzado, definido aquí como la participación en un modo de entrenamiento alternativo diferente al que se utiliza normalmente, [83] ha sido sugerido como una metodología posible para evitar o limitar el desentrenamiento, sobre todo durante la recuperación de una lesión deporte-específica y durante los períodos de vacaciones entre 2 temporadas de entrenamiento. La escasa literatura disponible sobre los efectos del entrenamiento cruzado en comparación con los efectos de la interrupción del entrenamiento, revela que los individuos moderadamente entrenados pueden mantener la aptitud física y demorar el desentrenamiento realizando entrenamientos de diferentes tipos [84, 85]. Sin embargo, se ha sugerido que un entrenamiento cruzado de tipo similar sería necesario en los atletas altamente entrenados [83].

Los posibles beneficios y el uso práctico del entrenamiento cruzado en el deporte han sido revisados recientemente por Loy y colaboradores [83l.

Efectos del Entrenamiento Cruzado

 Las adaptaciones nerviosas (mayor sincronización y activación de las unidades motoras) y musculares (hipertrofia, mayor contenido de fosfato de creatina y glucógeno) [42] inducidas por el entrenamiento con sobrecarga, pueden estar en riesgo durante los períodos prolongados de inactividad. Sin embargo, un efecto de transferencia cruzada de ganancias de fuerza inducidas por el entrenamiento entre el miembro ipsilateral (es decir el miembro entrenado) y el miembro contralateral (es decir el miembro desentrenado), también denominada educación cruzada y entrenamiento cruzado, ha sido descrito reiteradamente en la literatura [35, 43, 46, 53, 86-92]. Este fenómeno tiene implicaciones obvias para limitar el desentrenamiento muscular durante los períodos donde se coloca un yeso unilateral, durante la rehabilitación de las lesiones o luego de cirugía de las articulaciones. 

Reposo en Cama

El reposo en cama es un tratamiento común para pacientes que experimentan enfermedades o lesiones. La posición horizontal inducida por el reposo en cama supone un menor gradiente de presión hidrostática sobre el sistema cardiovascular, una compresión longitudinal muy reducida sobre la columna y los huesos largos de las extremidades inferiores, una menor aplicación de fuerza muscular en los huesos en general y una menor utilización de energía. Esta condición produce adaptaciones fisiológicas por si misma, que son independientes de la enfermedad o la lesión, tal como lo han demostrado estudios de reposo en cama realizados en individuos saludables [93, 94].

Se encuentran disponibles en la literatura excelentes revisiones detalladas sobre las consecuencias cardiovasculares [95,96] y musculoesqueléticas [97] del reposo en cama. Recomendaciones de intervención para limitar el impacto negativo del reposo en cama también han sido previamente informadas [93, 94,97-100].

CONCLUSIÓN

Cuando el entrenamiento físico está notablemente reducido o interrumpido durante un período de duración superior a 4 semanas, el VO2máx de los atletas altamente entrenados disminuye 6 a 20%, pero normalmente permanece por encima de los valores observados en sujetos sedentarios. En contraste, los aumentos de VO2máx de los individuos recientemente entrenados generalmente se revierten completamente. Estas disminuciones se deben en parte a las reducción en los volúmenes totales de sangre y de plasma, lo que produce mayores frecuencias cardíacas máximas, submáximas y de recuperación, y a una disminución en el volumen sistólico y gasto cardíaco durante el ejercicio en posición vertical. Además, la inactividad de larga duración puede promover una disminución en las dimensiones cardíacas y en la eficacia ventilatoria, afectando también el VO2máx y el rendimiento de resistencia de atletas e individuos moderadamente entrenados. 

El desentrenamiento metabólico de larga duración se caracteriza por una mayor utilización de carbohidratos y una concentración de lactato sanguíneo más alta durante el ejercicio submáximo, lo que produce una aparición más rápida del umbral del lactato que, en atletas, no obstante permanece por encima de los  valores controles. Entre tanto, los valores de glucógeno muscular en reposo regresan a los valores de la línea de base. 

Desde una perspectiva muscular, el entrenamiento insuficiente de larga duración produce a menudo una disminución en la capilaridad muscular, una reducción en la diferencia arterio-venosa de oxígeno y una gran disminución en las actividades de las enzimas oxidativas, y estos últimos dos efectos están directamente relacionados con la reducción de larga duración del VO2máx. Si bien todas las características musculares anteriores se mantienen por encima de los valores del estado sedentario en el atleta desentrenado, las adaptaciones musculares inducidas por el entrenamiento en  individuos recientemente entrenados retornan a los valores previos al entrenamiento. En atletas de resistencia, puede haber también una menor proporción de fibras ST y un gran cambio de fibras FTa a fibras FTb, pero los atletas entrenados en sobrecarga pueden presentar una mayor población de fibras oxidativas y una disminución general en las áreas de las fibras. La producción de fuerza disminuye lentamente y en relación a la menor actividad EMG. Todos estos cambios también se observan en los individuos recientemente entrenados. 

El desentrenamiento de larga duración también podría implicar una respuesta de catecolaminas menos eficaz durante el ejercicio.

Se ha demostrado que las estrategias de entrenamiento reducido demoran la aparición de desentrenamiento cardiorrespiratorio, metabólico, muscular y hormonal. Mantener la intensidad de entrenamiento parece ser el factor clave para conservar las adaptaciones fisiológicas y de rendimiento inducidas por el entrenamiento, mientras que el volumen del entrenamiento puede reducirse en un 60 a 90%. Por otra parte, la reducción en la frecuencia de entrenamiento debe ser más moderada (no más de 20 a 30% en atletas y hasta 50% en los individuos bien entrenados). 

La realización de modos de entrenamiento alternativos, diferentes al normalmente utilizado (es decir entrenamiento cruzado) puede retrasar el desentrenamiento en atletas, si se realizan ejercicios de tipo similar, pero en los individuos moderadamente entrenados, incluso el entrenamiento cruzado de tipo diferente puede ser beneficioso.

Finalmente, debido al efecto de transferencia cruzada frecuentemente observado entre los miembros ipsilaterales y contraleaterales, en períodos donde se coloca un yeso unilateral, en rehabilitación de lesiones o después de cirugías de articulaciones, debería recomendarse la realización de ejercicios con el miembro saludable. 

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