Resumen
El objetivo principal del presente estudio fue verificar los efectos de un programa de aeróbicos de agua de 12 semanas en un contexto de la vida real en los indicadores de salud y la aptitud física en adultos y adultos mayores. Quince voluntarios (58.80 ± 14.32 años) fueron parte de un grupo experimental (ejercicio), y ocho voluntarios (59.00 ± 12.26 años) fueron parte del grupo de control (control). El ejercicio realizó 45 minutos de aeróbicos de agua dos veces por semana durante 12 semanas; No se permitió ejercicio físico para el control durante el mismo período. Las evaluaciones se realizaron la semana anterior (pre-entrenamiento) y después del programa de capacitación (post-entrenamiento). Los resultados primarios fueron la fuerza y las variables de aptitud cardiorrespiratoria y los resultados secundarios incluyeron antropometría corporal, perfil lipídico y presión arterial. El análisis ajustado para la edad y los valores basales no mostraron diferencias entre el ejercicio y el control en el momento posterior a la capacitación. Sin embargo, hubo una tendencia moderada para una mayor resistencia explosiva de las extremidades superiores (ηpag2 = 0.17), grasa corporal reducida (ηpag2 = 0.17), presión arterial sistólica reducida (ηpag2 = 0.14) y triglicéridos (ηpag2 = 0.19) en el ejercicio. En los grupos, los cambios mostraron que el programa de entrenamiento causó un aumento principalmente en la resistencia explosiva en las extremidades superiores (0.26 m, IC 95%, 0.03, 0.49; ES = 0.63) Además, hubo una disminución significativa en la masa de grasa (-0.89%, 95% IC, -1.74, -0.03; ES = 0.61) y en la presión sanguínea systolic (-0.83 mmhg, 1. -0.19; No obstante, no se observaron cambios significativos para el perfil lipídico. Estos resultados sugieren que 12 semanas de aeróbicos de agua se desempeñaron dos veces por semana en un contexto de la vida real parecen beneficiar la fuerza explosiva, la composición corporal y la presión arterial de adultos y adultos mayores, pero es insuficiente para alterar la aptitud cardiorrespiratoria y los perfiles de lípidos.
Introducción
Con los años, ha habido una recomendación generalizada para que todas las personas participen en la actividad física de manera regular. Sin embargo, ciertas limitaciones pueden restringir la capacidad de las personas para participar en programas de ejercicios, específicamente obesidad, bajos niveles de aptitud física, dificultades de locomoción causadas por el envejecimiento, discapacidades ortopédicas o neurológicas o enfermedades pulmonares (1, 2). Dadas estas dificultades, los profesionales de la salud y el deporte han recomendado ejercicios a base de agua como una alternativa al ejercicio tradicional de la tierra seca, lo que lleva a un aumento significativo en el ejercicio físico realizado en un contexto acuático (1). Las propiedades del entorno acuático, que reducen el efecto del peso corporal en las articulaciones y las fuerzas de compresión y reducen el riesgo de lesiones o caídas, combinadas con la resistencia del agua durante todos los movimientos, lo hacen beneficioso para el ejercicio corporal general y la recuperación de las lesiones (((2–5).
Actualmente, Water Aerobics se encuentra entre los programas acuáticos más reconocidos por especialistas en salud, profesionales del deporte y profesionales (6, 7). Este reconocimiento podría deberse no solo a los cambios orgánicos causados por la presión hidrostática, la flotabilidad y la termodinámica, sino también a la variedad de movimientos que se pueden llevar a cabo utilizando las propiedades del agua para crear resistencia al movimiento con una actividad neuromuscular reducida requerida a partir de los músculos antigravedad (6, 8). Estos aspectos podrían usarse para mejorar las condiciones físicas de las personas con ciertas dificultades, así como a los jóvenes y adultos sanos (9). Los estudios han informado mejoras en la absorción de oxígeno (10, 11), fuerza muscular (12, 13) y composición corporal (13, 14) Como resultado de la participación a los aeróbicos del agua. Sin embargo, las discusiones anteriores han señalado que el programa de ejercicios debe ser lo suficientemente específico o lo suficientemente largo como para causar mejoras efectivas (15). Los estudios con una corta duración e intensidades más bajas, incluso con profesionales experimentados, han encontrado resultados contrarios (6), y se debe desarrollar más investigación.
Los cambios crónicos más estudiados durante los ejercicios acuáticos son aquellos que afectan el sistema cardiovascular, la fuerza muscular y la composición corporal. Estas adaptaciones están fuertemente relacionadas con la salud y la aptitud individual (6). Los programas de ejercicio deben centrarse en estos parámetros para inducir adaptaciones favorables del colesterol total, triglicéridos y otras variables relevantes relacionadas con la enfermedad de la arteria coronaria (16). Pocos estudios han analizado las respuestas de los perfiles de glucemia, lipoproteínas y lípidos al ejercicio acuático, y los resultados diferentes impiden conclusiones claras con respecto a este sujeto (17). Además, y a pesar de la aprobación general de las comunidades deportivas y de salud, la evidencia científica no es consistente con respecto al valor de los aeróbicos del agua para mejorar y/o mantener la salud y la aptitud física en las poblaciones sedentarias y aquellos con necesidades especiales (17, 18).
Aunque parece que el ejercicio a base de agua puede ser adecuado para adultos y individuos mayores, los estudios que han examinado esta relación tenían defectos metodológicos, como el posible efecto fisiológico de la inmersión del agua, el rango de intensidades y duraciones, y las diferencias en los diseños de programas, que generan dudas con respecto a sus efectos reales. Sin embargo, la mayoría de los programas están diseñados por investigadores y/o usan pocos ejercicios, y los estudios de lo que ocurre en un lugar de la vida real aún falta. La mayoría de los estudios se implementaron en función de la validez externa, con entornos extremadamente controlados que no representan situaciones de la vida real. Existe una necesidad real de comprender los efectos de los diferentes programas que generalmente se implementan en las academias deportivas. Por lo tanto, el objetivo principal del estudio actual fue verificar los efectos de un programa de aeróbicos de agua de 12 semanas realizado en un contexto de la vida real de la Academia Deportiva sobre la aptitud física y los indicadores de salud en adultos y adultos mayores. Los resultados primarios para nuestro estudio son la fuerza y la aptitud cardiorrespiratoria. Los resultados secundarios incluyeron variables relacionadas con la salud, como antropometría corporal, perfil lipídico y presión arterial. Presumimos que 12 semanas de entrenamiento aumentarían la fuerza explosiva y de resistencia de las extremidades inferiores y superiores y la aptitud cardiorrespiratoria general. También se hipotetizó tener efectos positivos sobre la salud al reducir la grasa corporal, los triglicéridos, el colesterol y la presión arterial.
Materiales y métodos
Participantes
Los sujetos fueron reclutados de la misma zona residencial y participantes en clases de aeróbicos acuáticos en la misma academia deportiva. Los participantes de diferentes clases, elegidas al azar, fueron informados sobre el protocolo de estudio, los riesgos y los beneficios y una vez que acordaron, firmaron voluntariamente el formulario de consentimiento informado. Los procedimientos se realizaron de acuerdo con la Declaración de Helsinki y fueron aprobados por la Junta de Revisión del Centro de Investigación en Ciencias del Deporte, las Ciencias de la Salud y el Desarrollo Humano del Interior de la Universidad de Beira, Portugal.
Para la inclusión en el grupo experimental (ejercicio), los individuos tuvieron que ser practicantes de aeróbicos del agua durante más de seis meses; ii) participar en al menos dos lecciones por semana regularmente; iii) tener 18 años o más. El grupo de control (control) incluía sujetos mayores de 18 años que no ejercían regularmente y vivían en la misma zona residencial de la Academia Deportiva. Los sujetos fueron excluidos del estudio si presentaron una hospitalización reciente, impedimentos cognitivos o motores severos, incapacidad para hacer ejercicio y cualquier otra contraindicación médica para el ejercicio físico. Antes del comienzo de la intervención, el cálculo del tamaño de la muestra para un estudio de control de casos inigualable se determinó utilizando Openepi (Openepi, versión 3, calculadora de código abierto-Sspropor) y un mínimo de 10 sujetos y 6 sujetos deben asignarse al ejercicio y al control, respectivamente, para obtener un poder de 0.8 a un nivel de dos lados de 0.05.
Se evaluó una muestra inicial de 31 personas para su elegibilidad y 29 acordaron participar en el estudio. A partir de estos, se incluyeron veintitrés sujetos al cumplir con los criterios para la selección. El ejercicio incluyó a 15 participantes de ambos sexos, dos hombres y trece mujeres (58.80 ± 14.32 años de edad; 1.61 ± 0.07 m de altura; 72.54 ± 15.53 kg de masa corporal; 6.93 ± 5.70 años de experiencia en aeróbicos de agua). Todos participaron en clases de aeróbicos de agua en la misma academia deportiva. El control incluyó ocho sujetos, dos hombres y seis hembras (59.00 ± 12.26 años de edad; 1.62 ± 0.08 m de altura; 70.71 ± 8.66 kg de masa corporal). El control no participó en las clases de aeróbicos del agua y mantuvo sus actividades diarias básicas sin ejercicio físico (para obtener detalles sobre el diagrama de flujo de la inscripción del estudio: http://dx.doi.org/10.17605/osf.io/6r5uw).
Procedimientos
El presente estudio consiste en un ensayo controlado no aleatorizado que tenía como objetivo verificar los cambios en la aptitud física (resistencia explosiva y resistencia de la resistencia de las extremidades inferiores y superiores, la aptitud cardiorrespiratoria) y el estado de la salud (antropometría del cuerpo, niveles de colesterol, triglicéridos, presión arterial) y después de 12 semanas de lecciones aeróbics de agua. Estas variables se evaluaron durante la semana anterior a la implementación del programa (Semana 0-Entrenamiento de presentación) y la semana posterior al final del programa (Semana 13-Entrenamiento de postes). Las variables evaluadas podrían clasificarse en diferentes grupos, a saber, i) antropometría, con la medición de la altura, la masa corporal por bioimpedance y las circunferencias (cintura y cadera); ii) Condición física, a través de la evaluación de la resistencia explosiva de las extremidades superiores (lanzamiento de bola de medicina de 3 kg) y las extremidades inferiores (salto de contraconio), la resistencia de resistencia de las extremidades superiores (número máximo de flexiones de brazo) y las extremidades inferiores (prueba de soporte de silla) y la evaluación de la aptitud cardalada (evaluación de la prueba de pasos de 3 minutos YMCA); iii) Perfil lipídico (triglicéridos y colesterol) y presión arterial.
Las variables se evaluaron en dos días diferentes separados por 72 horas. El primer día, se midieron las características antropométricas de los participantes, el perfil lipídico y la presión arterial, seguido de una evaluación de la resistencia explosiva de las extremidades superiores e inferiores. En el segundo día de evaluación, se realizaron la fuerza de resistencia y las pruebas cardiorrespiratorias. Cuando se evaluó la condición física, el participante se permitió descansar durante al menos 30 minutos para recuperarse completamente de la evaluación anterior. Los sujetos recibieron instrucciones de antemano para abstenerse del ejercicio, el consumo de alcohol y cafeína durante el período de evaluación. Todas las variables fueron evaluadas por investigadores experimentados. No fueron informados sobre el grupo al que pertenecían los sujetos. (Para detalles sobre el protocolo: http://dx.doi.org/10.17504/protocols.io.ncudaww).
Condición física.
La fuerza explosiva de las extremidades superiores se evaluó utilizando un lanzamiento de bola de medicamento de 3 kg. Esta medición se realizó de acuerdo con el protocolo descrito en la literatura (19). Cada participante estaba sentado en el suelo y se le indicó que lanzara la bola medicinal de 3 kg (Vinex, modelo, VMB-003R, perímetro, a 0,78 m) del cofre para que viajara lo más lejos posible antes de tocar el piso. Para cada una de las tres repeticiones, se midió la distancia desde la posición inicial de la pelota hasta el punto en que cayó. Para evaluar la resistencia explosiva de las extremidades inferiores, los participantes realizaron un salto de contramedición (CMJ) en una plataforma Optojump (Ergojump, Globus Italia, Codogné, Italia). Desde una posición de pie con los pies de ancho de hombro y las manos colocadas en la cintura, los sujetos realizaron una contramedida rápida con las extremidades inferiores antes de saltar. Se les indicó que saltaran verticalmente lo más alto posible. Cada participante realizó tres saltos con 1 minuto de recuperación entre intentos. Los valores medios y máximos para el lanzamiento de la pelota y las tareas CMJ se consideraron para un análisis posterior.
La prueba de stand de silla (20) se usó para evaluar la resistencia de resistencia de las extremidades inferiores. La prueba comenzó con los participantes sentados en la silla, con la espalda recta y …
