Cortisol

La complejidad de los organismos pluricelulares hace que para su mayor comprensión y estudio seccionemos toda su actividad en sistemas orgánicos aislados. Uno de ellos es el sistema endocrino, conformado por un conjunto de glándulas que vierten sus productos (hormonas) hacia el medio intravascular ante un estímulo concreto, para que estos ejerzan una acción reguladora sobre otros sistemas o células.

Cuando hay una alteración de la homeostasis (estímulo concreto), el cuerpo es capaz de detectarla e iniciar los procesos biológicos necesarios para restablecerla. La liberación final de cortisol es parte de una cadena de sucesos que obedecen el llamado eje hipotálamo-hipófisis-adrenal. El director de ese eje es el hipotálamo, éste es capaz de segregar factores inhibidores o liberadores que modulan la hipófisis. La hipófisis es capaz de sintetizar varias hormonas intermediarias que llegarán finalmente al llamado órgano diana para estimularlo y que segregue otra hormona, que será finalmente la que realizará la acción reguladora final.


Figura 1 – Organización hormonal (Extraído de Fernández, Mora y Terrados, 2012)

En el caso del cortisol, la hipófisis, después de recibir la orden liberadora del hipotálamo (CRH o hormona liberadora de corticotropina), segrega ACTH (adenocorticotropina o estimulante de la corteza suprarrenal). Ésta viajará por el sistema vascular hasta llegar a la glándula suprarrenal, donde su corteza es capaz de liberar glucocorticoides, mineralcorticoides y andrógenos suprarrenales. En la figura 2 se puede observar dicho proceso además de mostrar el mecanismo de control por feedback negativo del cortisol sobre el hipotálamo y la hipófisis.

¿Quieres recibir semanalmente todos los contenidos de G-SE?