Facilitación social del trote: ¿Pueden los caballos percibir y adaptarse al movimiento de otro caballo?

Resumen

La intensidad del ejercicio tiende a autorregularse en caballos que se ejercitan libremente. Los principales impulsores incluyen conductas sociales, de alimentación y de escape, así como el condicionamiento operante. Planteamos la hipótesis de que la intensidad del ejercicio autorregulado puede aumentar debido a la presencia de otro caballo que se ejercita delante. Se asignaron siete caballos a una prueba cruzada 2×2 después de la familiarización con la cinta de correr. Se mostraron imágenes de video de un caballo trotando en la pared frente a la unidad experimental (Visual), que se colocó en la cinta de correr. Los marcadores fisiológicos y de comportamiento se compararon además con un estímulo visual de control (Co), que comprendía una imagen de pista de carreras sin caballos. Se tomaron muestras de los caballos durante una prueba de ejercicio de carga constante (1) en reposo (línea de base), (2) después del calentamiento (0 – 10El minuto) y (3) después de la estimulación visual o control (10El– 12El minutos del SET) para cuantificar la concentración plasmática de lactato y glucosa, frecuencia cardíaca, ángulo de la cabeza, así como marcadores de comportamiento. Después de la estimulación visual, la frecuencia cardíaca (130,8 ± 27,8 lpm) fue mayor que el control (84,7 ± 15,1 lpm, P = .017), al igual que el lactato plasmático (Visual – 5,28 ± 1,48 mg/dl; Co -3,27 ± 1,24 mg/dl, P = .042) y el ángulo de la cabeza (Visual – 36,43 ± 3,69°; Co -25,14 ± 4,88°, P = .003). La prevalencia del comportamiento de “orejas hacia adelante” también fue mayor después de Visual (100% – 7/7) que de Co (14% – 1/7, P = .004). Estos resultados sugieren que el estímulo visual (1) fue seguro y bien tolerado y (2) estimuló las vías lácticas anaeróbicas y cambió el comportamiento a un estado de vigilancia. En conclusión, los caballos pudieron percibir y adaptarse a un entorno social. Nuestros hallazgos validan el uso de la facilitación social del trote para alentar a los caballos a avanzar evitando el uso del látigo.

Introducción

La intensidad del ejercicio, definida como el gradiente de respuesta neurohumoral y metabólica a la actividad física (1), se puede determinar a partir de los niveles de lactato en sangre (2). Diversos factores que aumentan la carga de trabajo de las extremidades traseras y delanteras, como la velocidad y la inclinación (3), así como las superficies del suelo (4) son propensos a aumentar la intensidad del ejercicio. Además, la intensidad del ejercicio puede aumentar voluntariamente debido a la alimentación, la crianza y el clima (5,6), o de forma no voluntaria, debido a la acción humana, incluido el uso del látigo o la presión de las piernas. En los últimos 20 años, las preocupaciones sobre el bienestar que rodean la práctica de los deportes ecuestres, como la hiperflexión cervical (7) y el uso del látigo (8), pero no se han tenido en cuenta los métodos éticos y no violentos que ayudan a los caballos a aumentar la intensidad de los movimientos de forma voluntaria, ni se ha estudiado la capacidad del animal para percibir y adaptarse a los estímulos.

Facilitación social del trote, definida como un aumento en la respuesta simplemente al ver o escuchar a otros haciendo el mismo movimiento (9), ha sido ampliamente adoptado por los entrenadores de resistencia y carreras planas para (1) alentar a aquellos caballos que necesitan un estímulo adicional para avanzar y (2) para calmar a los caballos excitados.10). Aunque la facilitación social del movimiento ha demostrado ser una práctica de entrenamiento prometedora y bien aceptada en caballos de carreras (11), existen pruebas limitadas que demuestran su efecto sobre el comportamiento y la fisiología del caballo. De hecho, se sabe que la equitación suprime las acciones voluntarias individuales del caballo, ya que el jinete establece una nueva y potente vía de señalización (12). Debido a que los caballos modernos aún muestran muchos comportamientos adaptativos, el impulso natural de seguir o ser seguido permanece incluso en caballos bien entrenados y puede ser una causa de estrés en las cabalgatas en solitario. Por otro lado, el aumento sutil y voluntario de la carga de trabajo de las extremidades traseras en respuesta a la presencia de otro caballo que se mueve delante puede favorecer el rendimiento en las carreras, por lo que se considera un rasgo valioso (11).

La conducta de seguir a otro caballo es esencial para mantener la cohesión del grupo durante las salidas colectivas en caballos salvajes (13). Una encuesta reciente demostró que la propensión a liderar o seguir a otro caballo en respuesta a la partida del grupo difiere entre los caballos dentro del mismo grupo (14). Esto demuestra que la personalidad y las interacciones pueden dar forma a la organización de los movimientos colectivos. Briard et al. (2015) descubrieron que cuanto más audaces eran los individuos, más intentos de arranque hacían (14). A nivel individual, la capacidad de controlar los movimientos exige que el sistema nervioso central (1) controle el movimiento de todo el cuerpo, donde se requieren la visión y los canales semicirculares del órgano del oído interno para proporcionar información sobre la ubicación y la orientación y (2) la activación neuromuscular, con el objetivo de compensar, ajustar o iniciar los movimientos corporales (15). Es probable que la información sensorial se transforme en una acción motora apropiada a través de un fenómeno complejo y bien estudiado llamado transformación sensoriomotora (16), que se ha relacionado esencialmente con conductas de escape y alimentación (17,18).

Debido a que es el único deporte interespecie incluido en las competiciones olímpicas de alto nivel, los deportes ecuestres representan un desafío complejo y multidisciplinario para los especialistas en ética, psicólogos y fisiólogos.19). A pesar de los recientes avances en el bienestar de los caballos deportivos (20), y la creciente preocupación pública en torno al uso del látigo (8,21), existen pocas investigaciones sobre el uso de estímulos sensoriales no violentos para aumentar la intensidad del ejercicio en caballos. La comprensión de este tipo de estímulo puede impulsar el desarrollo de técnicas de entrenamiento novedosas y éticas para caballos deportivos.

Planteamos la hipótesis de que los caballos pueden percibir el movimiento de otro caballo que se proyecta delante y aumentarán la intensidad de sus movimientos en un intento de seguirlo o superarlo. Además, planteamos la hipótesis de que la facilitación social del trote puede aumentar la atención visual y auditiva del caballo, modificando su expresión facial.

Materiales y métodos

Diseño experimental

Diseñamos un ensayo cruzado de medidas repetidas aleatorizado para verificar la hipótesis nula de que los marcadores fisiológicos y conductuales de los caballos sometidos a una prueba de ejercicio estandarizada con estímulo visual para el movimiento no difieren de un estímulo de control. Los caballos fueron asignados aleatoriamente a una de las siguientes secuencias experimentales: (1) control-visual: estímulo de control seguido de intervención de estímulo visual, secuencia CV y ​​(2) visual-control: intervención de estímulo visual seguida de control, secuencia VC. El período de lavado se definió como mayor a 6 días.

En primer lugar, se reclutó una muestra de conveniencia de diez caballos para esta encuesta, ya que cumplían los siguientes criterios de inclusión: no se observaron anomalías durante el examen clínico y tenían un temperamento tranquilo. Se excluyeron tres caballos debido a (1) solicitud del propietario sin justificación formal, (2) enfermedad infecciosa de los cascos diagnosticada durante el período de familiarización (Figura 1).

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Figura 1. Diagrama de flujo del consorte, que demuestra los procesos de inscripción y asignación.

Cabe señalar que inicialmente se reclutaron diez caballos y se excluyeron tres del ensayo, por lo que quedaron siete para la selección aleatoria. Cuatro caballos fueron expuestos inicialmente a estímulos de control y luego a estímulos visuales (secuencia control-visual), mientras que los otros tres caballos fueron expuestos inicialmente a estímulos visuales, seguidos de estímulos de control (secuencia visual-control).

https://doi.org/10.1371/journal.pone.0309474.g001

Animales y ética

El presente estudio fue aprobado por el Comité de Ética en el Uso de Animales de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de São Paulo, bajo el número de protocolo 1216230518.

Para esta investigación se reclutaron siete caballos (4 yeguas y 3 castrados) pertenecientes a las siguientes razas, Lusitano Pura Raza (4/7), Mestizo (1/7) y Árabe (2/7), con una edad de 4 ± 1 años y un peso de 431,4 ± 86,3 kg. Todos los caballos estaban alojados en boxes individuales (3 mx 3 mx 3 m) en el Hospital Veterinario de la Facultad de Medicina Veterinaria y Ciencia Animal de la Universidad de Sao Paulo, donde recibieron ad libitum agua, heno Coast Cross y concentrado comercial (1,5 % del peso corporal). Las yeguas no participaron en el entrenamiento en pista o cinta antes del inicio del experimento, estando completamente en reposo antes del paso de familiarización. Se desconoce el historial atlético del castrado mestizo, pero estuvo completamente en reposo durante al menos 60 días antes del inicio del experimento. Los castrados árabes habían participado en el entrenamiento en cinta durante un año antes del inicio del experimento, pero no se informó ninguna otra rutina de conducción o monta. Todos los caballos fueron manejados, inspeccionados, limpiados y habituados diariamente a la sala de la cinta y al equipo asociado, así como a la locomoción en la cinta en sí.

Periodo de familiarización y protocolo de prueba de ejercicio estandarizada

Todos los caballos se familiarizaron con la sala y el equipo de la cinta de correr, la locomoción en la cinta de correr y la luz del proyector durante 12 semanas consecutivas, que comprendían hasta 3 sesiones de trabajo por semana. La sesión de familiarización comprendió 20 minutos de caminata y parada alrededor de la cinta de correr (primera semana), seguida de un aprendizaje de refuerzo específico sobre la locomoción en la cinta de correr (2El hasta 12El semana). Después de 12 semanas de entrenamiento, no se observó ningún aumento significativo en la frecuencia cardíaca (FC) ni conductas de evitación cuando los caballos caminaron y trotaron en la cinta rodante rodeados por nuestro equipo de investigación y con todo el equipo encendido. Se realizó una breve familiarización (3 días) con las imágenes de video, para prevenir simultáneamente la conducta de evitación y la habituación excesiva a las imágenes de video.

La prueba de ejercicio estandarizada (SET) implicó el siguiente protocolo: (1) calentamiento, que comprendió cinco minutos de caminata (1,8 m/s), seguido de 5 minutos de trote a 3,2 m/s y (2) estimulación visual (Visual) o estímulo de control (Co), que comprendió dos minutos de trote a 3,2 m/s, seguido de una parada completa.

Procedimientos, toma de muestras y análisis

En primer lugar, preparamos un vídeo (mp4.fie) a partir de la grabación de un caballo Standardbred trotando en la pista a gran velocidad durante dos minutos. Las imágenes se capturaron desde atrás, con la cámara posicionada sobre la cabeza del conductor y enfocando la cabeza, el cuello, el tronco y la parte proximal de las extremidades posteriores del caballo desde una perspectiva oblicua y caudal (Figura 2).

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Figura 2. Vista en cinta de correr de las imágenes de vídeo proyectadas en la pared para promover la facilitación social del trote.

Nótese que la perspectiva que los caballos tienen del otro caballo que se mueve frente a ellos es caudal y oblicua.

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Este vídeo fue proyectado sobre una pared plana blanca, a través de un proyector de imágenes (Sony©) conectado a una notebook, para promover la facilitación social del trote. Una vez editado para suprimir la emisión de sonido, proyectamos el vídeo sobre la pared a 4,3 m de la cinta de correr. La altura de la imagen con respecto al suelo y la distancia a la cabeza del caballo fueron de 0,59 m y 5,50 m, respectivamente. Sin embargo, las dimensiones de la imagen fueron de 3,64 de largo y 2,76 de alto, correspondientes a 1,35 veces la altura media esperada de los caballos (Figura 3).

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Figura 3. Representación esquemática de la sala de cinta de correr, incluida la configuración completa dispuesta para evaluar el efecto de la facilitación social del trote sobre la intensidad del ejercicio y el comportamiento de los caballos sometidos a una prueba de ejercicio estandarizada en una cinta de correr.

Observe la posición relativa de la pared blanca lisa donde se proyectaron las imágenes (línea sólida negra a la izquierda), el área de proyección (rectángulo gris a la izquierda), la cinta de correr (rectángulo sólido negro debajo del caballo), la cámara (círculo negro sólido) y el proyector (triángulo negro sólido).

https://doi.org/10.1371/journal.pone.0309474.g003

Para servir como estímulo de control, proyectamos una imagen de una pista, con arena cubriendo el suelo y barras blancas indicando los límites laterales de la pista (ver Figura S1). Tanto la imagen de la pista (control) como las imágenes de vídeo de otro caballo haciendo ejercicio delante (visual)…

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