Métodos de prevención de lesiones que todo futbolista debe conocer

Las lesiones son algo que puede llenar a los jugadores y entrenadores de una sensación de pavor, lo que podría obstaculizar el rendimiento tanto del individuo como del equipo.

Preparar el cuerpo mediante el acondicionamiento, el entrenamiento de fuerza y ​​el desarrollo de potencia, velocidad y agilidad son factores clave para prevenir lesiones en el fútbol, ​​garantizando que el cuerpo esté preparado y preparado para las exigencias del deporte. Sin embargo, prevenir lesiones no se trata simplemente de estar en forma. De hecho, la prevención de lesiones comienza incluso antes de iniciar la sesión de entrenamiento.

En esta publicación exploramos los aspectos clave del entrenamiento diario y las rutinas de partido para ayudar a reducir el riesgo de lesiones derivadas de Acondicionamiento completo para el fútbol.

Dormir

Probablemente no sea ninguna novedad para usted que dormir lo suficiente y de calidad es importante. Es vital para nuestra salud general, pero también para la prevención de lesiones.

A la hora de prepararse para un partido se debe tener en cuenta el sueño. El entrenamiento previo al partido debería ayudar a los jugadores a volver a sus niveles iniciales y a rendir cerca de sus estándares óptimos. Esto incluye el manejo y cuidado de todo el cansancio y daño que el cuerpo ha acumulado a lo largo de la semana.

El sueño es la principal forma que tiene el cuerpo de concentrar el tiempo y la energía necesarios para gestionar todos los sistemas del cuerpo y devolverlo al entorno homeostático que se esfuerza por mantener. Es necesario subrayar que la importancia del aspecto preventivo del entrenamiento se superpone tanto con los procesos de recuperación que deben considerarse igualmente importantes y relacionados. Cuando el sueño se ve comprometido, las expectativas de rendimiento deben reducirse porque el cuerpo no se recuperará eficazmente del entrenamiento. De ahí que consideremos que el proceso de preparación desde el entrenamiento y la competición comienza con hábitos de sueño de alta calidad y cantidad.

Autocontrol

Otro método para preparar el cuerpo es existir en un estado de atención plena. Los jugadores saben mejor cómo se sienten. El autocontrol requiere que los jugadores demuestren un nivel de madurez que respete y comprenda la totalidad del proceso de entrenamiento y no se fije en un objetivo del día a día.

Teniendo esto en cuenta, los jugadores que experimentan acumulación de fatiga o aquellos que no durmieron bien la noche anterior deben seguir el lado más fácil de la prescripción de entrenamiento. Los jugadores deben determinar temprano en el día, según la prescripción, dónde encajan en la preparación para ese entrenamiento. Deberían mirar hacia otras recetas durante la semana y determinar dónde pueden presionar un poco más una vez que hayan tenido tiempo de recuperarse.

Los jugadores deben mantener un alto grado de responsabilidad y rendición de cuentas por sus acciones. La forma más eficaz de ver el desarrollo es a través de la coherencia. Los jugadores deben escuchar a su cuerpo mediante el autocontrol y entrenarse a sí mismos durante las primeras fases de dolor y reintegración, esforzándose siempre por lograr la coherencia, incluso si eso significa sacrificar el estímulo del entrenamiento durante algunas sesiones de entrenamiento.

Desde la perspectiva de un entrenador, el autocontrol significa estar en sintonía con los jugadores y el programa. Los entrenadores deben escuchar a sus jugadores, observar su lenguaje corporal y ser conscientes del plan anual.

Si se acerca un período de competencia densa, darles a los jugadores un acondicionamiento adicional no generará el mejor rendimiento físico. Los entrenadores deben confiar en el programa y ser conscientes de los aspectos del proceso de entrenamiento que desafían a los jugadores técnica, táctica o físicamente. Estos desafíos pueden resultar en fracaso, lo que no siempre significa que no se estén desarrollando.

Nunca sacrifiques ni comprometas la preparación para la competición. Todo lo prescrito debe promover un desempeño positivo el día de la competencia. En estas condiciones, los entrenadores pueden ser críticos con el desempeño individual y de equipo.

Un método para adquirir información previa al entrenamiento es pedir a los jugadores que completen una encuesta para evaluar su propia preparación. Las encuestas deben tener más de siete preguntas y la extensión de cada pregunta individual debe ser breve. Ofrezca una escala al jugador (p. ej., 1-5) para una respuesta positiva versus negativa, o preguntas de sí o no. Monitorear las tendencias longitudinalmente; Si observa un patrón en la forma en que los jugadores responden las preguntas, es probable que no estén respondiendo genuinamente y que la información no sea válida.

Actividades y ejercicios de calentamiento

Al preparar un partido, es necesario comunicar claramente los objetivos del entrenamiento y la competición. Todas las variables del proceso de entrenamiento deben comunicarse a los jugadores para que todos tengan las mismas expectativas del proceso de preparación.

Una vez comunicadas las prescripciones, los jugadores deberán realizar los preparativos necesarios para alcanzar los objetivos marcados por el personal.

En los días de competición, la mayor parte de esta preparación se llevará a cabo durante el calentamiento previo al partido del equipo. Una preparación adicional antes de eso debe tener en cuenta cualquier limitación o dolor que hayan estado sintiendo los jugadores.

La preparación física previa a sesiones de entrenamiento duras se adapta mejor a las exigencias específicas de la sesión. Los espacios grandes en las sesiones de entrenamiento suponen un mayor grado de carga de los isquiotibiales por el mayor potencial de trabajo en zonas de alta velocidad. Mientras que los espacios más pequeños con mayor cambio de dirección exigen más articulaciones y transmisión de fuerzas; por lo tanto, los ejercicios de prevención y preparación deben centrarse en la señalización y el control neuromuscular.

Una sesión de entrenamiento ligera exigirá menos energía a los jugadores, por lo que se recomienda ajustar la dieta en consecuencia para cubrir la menor demanda calórica. Una sesión de entrenamiento más ligera puede significar simplemente una comida menos rica en carbohidratos antes y después del entrenamiento. La preparación física debe considerar cualquier limitación o dolor de sesiones de entrenamiento anteriores. Los ejercicios de movilidad y flexibilidad previos al entrenamiento deben abordar estas limitaciones.

Por último, se deben tener en cuenta los días de recuperación. Para los futbolistas profesionales, a veces la temporada dura entre 10 y 11 meses. Los partidos se organizan mediante diferentes formatos de competición que no complementan la salud y el bienestar general del jugador y pueden ocurrir cada 3 o 4 días. Ese plazo no es suficiente para la recuperación y preparación óptima para realizar cada día de partido. Se dedica tal cantidad de tiempo a los diversos aspectos del entrenamiento, preparación y recuperación del fútbol, ​​que cuando ocurren los raros días libres, los jugadores buscan alejarse del juego.

Durante los días de recuperación, los jugadores deben pasar tiempo descansando, así como tiempo con familiares y amigos para obtener beneficios psicológicos. Se recomienda que los jugadores elijan actividades de esfuerzo físico de bajo a moderado y sean conscientes del tiempo que dedican a estas actividades. Muchos jugadores optarán por darse un capricho con alimentos que normalmente no consumen, pero deben ser conscientes de ello cuando regresen al entrenamiento normal. Los jugadores no deberían alejarse demasiado de sus hábitos dietéticos normales durante los momentos de inactividad; deben estar atentos a cómo obtener combustible para el éxito una vez que regresen al entrenamiento.

Resumen

La aptitud física siempre jugará un papel clave a la hora de reducir el riesgo de lesiones. Sin embargo, el futbolista o entrenador que no reconoce la importancia del sueño, el autocontrol y la preparación física puede no estar dando a sí mismo o a sus jugadores la mejor oportunidad de evitar lesiones.